Open de Australia. Alex Hawke

El polémico teniente, nieto de refugiados, que tiene en sus manos el futuro de Djokovic

Sus abuelos huyeron de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial, se alistó en el ejército, trabajó en un supermercado y hace un año fue nombrado ministro de Inmigración.

El Mundo, Lucas de la Cal, 12-01-2022

Alex Hawke no habla griego, como muchos australianos de tercera generación cuyos abuelos huyeron de Grecia durante la Segunda Guerra Mundial. Pero conoce las historias de cuando su abuelo materno luchaba contra los nazis en Chortiatis, el pueblo de su familia, en las montañas de Tesalónica. Hawke es nieto del superviviente de una matanza. Las tropas alemanas quemaron 300 casas de Chortiatis y ejecutaron a 146 soldados griegos y civiles. Muchos de ellos eran niños.

Era septiembre de 1944. La familia de Hawke logró escapar y emigró a Australia. Fueron muchos los griegos que llegaron en barco al país del Pacífico huyendo de la guerra y arrastrando traumas que sus descendientes no olvidan. Hawke, no lo hace.

El nieto de inmigrantes, de refugiados griegos de la Segunda Guerra Mundial, es ahora el ministro de Inmigración de Australia. Pertenece al ala más conservadora Partido Liberal. Pese a su historial familiar, con dos abuelos forzados a huir de la guerra de su país, Hawke no ha hecho nada para cambiar la dura política migratoria hacia los refugiados y solicitantes de asilo, que llevan desde 2013 siendo trasladados a campamentos en alta mar en pequeñas islas del Pacífico, o encerrados durante años en centros de detención.

SECCIÓN 133 DE LA LEY DE MIGRACIÓN

Hawke fue ascendido a ministro de Inmigración tras una reorganización del Gobierno australiano en octubre del año pasado. La prensa local siempre lo ha considerado la mano derecha del primer ministro Scott Morrison. Ahora, su nombre ha salido de las fronteras australianas y aparece escrito en periódicos de todo el mundo porque es la persona clave en el primer culebrón de 2022: el caso Djokovic.

El lunes, cuando el juez revocó la decisión de las autoridades fronterizas de cancelar el visado del tenista, la figura de Hawke apareció en escena. Como ministro de Inmigración, puede recurrir a la sección 133 de la Ley de Migración que le otorga un poder excepcional para cancelar nuevamente la visa de Djokovic. Puede hacerlo si considera que el serbio “representa un riesgo para la salud, la seguridad o el buen orden de la comunidad australiana”.

Si decide ejecutar el poder, el tenista sería probablemente deportado, se enfrentaría a una prohibición de entrar en Australia durante los próximos tres años y sus abogados podrían apelar la decisión y que el proceso se alargara meses. Si no lo hace, Djokovic se quedará en Melbourne y competirá en el Open de Australia para ganar su 21 Grand Slam.

Djokovic descansa, durante el entrenamiento del martes.EFE

El martes, Hawke se pronunció sobre el caso a través de un portavoz, que dijo que el ministro todavía estaba considerando “a fondo” si cancelar la visa del tenista. Los analistas ven en Hawke el último recurso del judicialmente derrotado Gobierno australiano para arreglar el desastre. Y que no haya ninguna excepción para que una persona, sea quien sea, que haya aterrizado en el país sin estar vacunado, saltándose el requerimiento fronterizo que todos los australianos tienen que cumplir, por mucha exención médica que tenga, permanezca más tiempo en Australia.

Todos los focos están ahora en el ministro que tiene en vilo al ‘número uno’ de la ATP. Un político que se alistó en el ejército cuando era adolescente. Sirvió durante seis años. Incluso alcanzó el rango de teniente, hasta que en el año 2000 dejó las armas para meterse en política, tirando por el ahora gobernante Partido Liberal.

En sus inicios en la carrera política, que compaginó con trabajos como el de gerente en un supermercado, logró ponerse al frente de las juventudes del partido en Nueva Gales del Sur. Se convirtió en diputado en 2007 y desde entonces no paró de ascender. Después de servir como ministro adjunto de Defensa, el primer ministro Morrison lo nombró el año pasado ministro de Inmigración, después de destacar su “trabajo extraordinario” en la evacuación de ciudadanos australianos de Kabul cuando los talibán tomaron la capital de Afganistán.

APOYO AL MATRIMONIO TRADICIONAL

“Movimos a 4.100 personas en cuestión de siete a 10 días en vuelos de emergencia en una situación muy peligrosa, violenta y caótica”, contó Hawke, cuya carrera también se ha visto envuelta en muchas sombras y comentarios rancios en cuestiones de diversidad y de inclusión sexual. Empezando por su postura contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Durante mucho tiempo he tenido una visión conservadora sobre estos temas, en apoyo del matrimonio tradicional. La unidad familiar es la base de la sociedad”, dijo en 2017 tras votar en contra de legalizar la unión entre homosexuales.

Un año después, fue uno de los firmes defensores de unas nuevas reglas que trataban de permitir que las escuelas religiosas expulsaran a los estudiantes homosexuales, bisexuales o transgénero, asegurando que las “personas de fe” estaban siendo atacadas en Australia. Hawke dijo que era razonable que los padres quisieran una educación libre de “marxistas” en las escuelas religiosas donde llevaban a sus hijos.

El ministro también ha recibido muchas críticas de la oposición por sus comentarios relacionados con la inclusión de inmigrantes en la sociedad australiana. En una entrevista en televisión, sugirió que los inmigrantes deberían “asimilarse e integrarse” en respuesta a una pregunta sobre los cambios en el examen de ciudadanía de Australia. También soltó en el Parlamento un polémico comentario a la primera diputada laborista musulmana del país, Anne Aly, acusándola de pensar que su diversidad es “mejor que la diversidad de otras personas”.

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