México exigirá un visado a los venezolanos para cortar su tránsito a Estados Unidos

Se prima la contención ante el aumento del tránsito migratorio

ABC, Borja Rama, 12-01-2022

A partir del 21 de enero, las autoridades de México requerirán como indispensable la obtención de un visado a todo ciudadano procedente de Venezuela que pretenda entrar a suelo mexicano. Este nuevo marco legislativo que deberá cumplir todo venezolano, se implanta como una medida preventiva para conseguir un freno a la migración hacia los Estados Unidos. Se unen así a ecuatorianos y brasileños que a partir del pasado 11 de diciembre deben presentar una visa para su acceso a México.

El Diario Oficial de la Federación (DOF), similar a nuestro BOE, publicó la nueva norma sin ocultar el motivo de la misma: «Se ha identificado un incremento sustancial de nacionales de la República Bolivariana de Venezuela que ingresan al territorio nacional con supresión de visado con una finalidad distinta a la permitida, como el tránsito irregular hacia un tercer país», sentenció el órgano dirigido por la Secretaría de Gobernación. «México ha determinado de manera unilateral la aplicación de visados en pasaportes ordinarios a los venezolanos que pretendan ingresar al país como visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas, lo que hace necesario dar a conocer la medida y señalar los trámites vigentes que deberán realizar dichas personas para su ingreso al territorio nacional», prosigue el texto publicado.

El Gobierno de México señala el incremento en las declaraciones falsas sobre los motivos de viaje y la diversificación de las rutas escogidas por los desesperados migrantes. Además, la administración denuncia algunos delitos asociados a esta ola migratoria como la trata de personas y el tráfico de migrantes. 190.000 personas han sido detenidas por intentar cruzar a Estados Unidos, el triple que en 2020, de las que 74.300 fueron deportadas.

El visado se añade a una serie de medidas para frenar el flujo migratorio que, según las estadísticas de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación, ha quintuplicado la cifra del año pasado. Así, entre enero y noviembre del 2021, ingresaron a través de aeropuertos mexicanos 160.379 venezolanos, frente a los 29.789 del 2020. Lo que supone un 1000 % si se tiene en cuenta el tránsito irregular desde Venezuela en los cinco años previos.

Amnistía Internacional

Asociaciones como Amnistía Internacional pidieron el pasado diciembre, mediante una misiva pública dirigida al presidente López Obrador, que reconsidere su postura ya que ven «con gran preocupación que esta decisión del Gobierno mexicano puede tener graves repercusiones en la vida de las personas venezolanas que buscan protección internacional en otros países de la región, incluyendo México». «La imposición de visados de ingreso podría poner en riesgo el derecho a solicitar asilo de personas venezolanas», concluyen.

La crisis humanitaria afecta a Venezuela ante el constante desabasto alimentario y de medicamentos añadido a una hiperinflación que toca todos los sectores poblacionales. Las políticas impuestas por Maduro han provocado, tal y como informa Naciones Unidas, que más de seis millones de venezolanos hayan abandonado la nación sudamericana. Posicionando a Venezuela como el cuarto país más demandante de asilo del mundo. Sólo superado por naciones inmersas en conflictos como Siria, Irak y Afganistán. La Organización Internacional para las Migraciones y la Agencia de la ONU para los Refugiados consensuaron un plan de 1.790 millones de dólares para apoyar las crecientes necesidades de los refugiados y migrantes de Venezuela, y las comunidades de acogida en 17 países de América Latina y El Caribe.

Según un estudio denominado ‘Un nuevo paradigma de la migración venezolana a México’, los migrantes venezolanos suponían la segunda población en solitud de asilo en 2018, pero descendió hasta la cuarta posición en 2019. Tal y como constata este informe a través de entrevistas a los afectados, una situación preocupante es la baja tasa de reconocimiento como refugiados debido a la discrecionalidad con la que las autoridades gubernamentales aprueban las solitudes de asilo. A esto hay que añadir unos trámites farragosos carentes de un adecuado asesoramiento de las instancias que en gran parte de las ocasiones lleva a rechazar el requerimiento del migrante. Sin duda, a partir de ahora, los venezolanos lo tendrán más complicado si quieren huir de su maltrecho país.

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