Los goles de los 'sin papeles'

Melilla es el escenario de una iniciativa pionera en España: un equipo de fútbol integrado exclusivamente por inmigrantes sin regularizar

Diario Sur, 27-02-2006

SALTARON la doble valla, se desgarraron la piel en la concertina de cuchillas, se ocultaron en maleteros de tres metros de ancho, fueron apresados por la gendarmería marroquí y sobrevivieron en pleno bosque durante meses. Es el pasado de la mayor parte de los 21 integrantes del CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) Club de Fútbol, el primer equipo de estas características que se constituye en España.

Todos los jugadores residen en el centro de acogida de Melilla, ninguno tiene resuelto su expediente y desconocen si serán repatriados, expulsados o recibirán el permiso de residencia. Eso está en manos del delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, que, al mismo tiempo, hace las funciones de presidente honorífico de este equipo.

Los 21 jugadores conforman un mosaico cultural sin precedentes: ocho inmigrantes de Guinea Bissau; seis de Argelia; tres de Camerún, uno de Malí, uno de Ghana, uno de la India y uno de Nigeria. Todos jugarán en la Liga Regional Preferente de Melilla hasta junio y su debut comenzó ayer contra un aspirante al ascenso, el Club Deportivo Basto.

Todos quieren quedarse

Están dispuestos a «dejarse la piel» en cada encuentro y, aunque desean cosechar victorias, su objetivo va más lejos. Esperan que este equipo sea un puente para llegar a la Península. El camerunés Francis Lucmande lleva un año y medio en Melilla. Se alegra de pertenecer a este equipo de fútbol pero en su mente sigue estando su familia y el motivo por el que abandonó su país. «Deseo trabajar en España para ayudar a mis padres y hermanos», señala.

El proyecto de crear este equipo partió del director del CETI y consejero delegado del equipo, José Santed, y del presidente de la Federación melillense de Fútbol, Diego Martínez. «Aunque la idea parecía remota, decidimos ponerla en marcha como un paso más para atender dignamente a estas personas y para favorecer su integración a través del deporte», asegura el delegado del Gobierno.

Ninguno de los integrantes del equipo jugó de forma profesional en sus países pero todos demuestran, por el laberinto en el que se han movido en los últimos años, su fortaleza física y mental. El caso de Francis Lucmande lo ejemplifica. Pasó cinco meses en el monte marroquí del Gurugú a la intemperie, comiendo de la basura y soportando el crudo invierno, además de sufrir las heridas motivadas por siete saltos frustrados sobre una valla de seis metros de altura. Al final consiguió entrar en Melilla y ahora no está dispuesto a desperdiciar esta oportunidad.

Ya cuentan con el ‘Zidane’ del equipo, un argelino sonriente que domina el esférico con facilidad, y con tres cameruneses que aspiran a seguir los pasos de Samuel Eto’o. El resto se entrena duro para no defraudar.