Muere un joven de etnia gitana y su madre resulta herida en un tiroteo a las puertas de Urgencias de un hospital

El individuo que realizó al menos ocho disparos con una pistola fue retenido por los vigilantes de seguridad del centro; las dos familas están emparentadas

ABC, 27-02-2006

SEVILLA. Una disputa amorosa parece ser la causa de la pelea que se desarrolló a tiros en la tarde de ayer en los jardines que hay a la entrada de Urgencias del Hospital General de Virgen del Rocío de Sevilla. Poco antes de las cinco de la tarde Rafael Salgueiro Giles de 27 años, moría tras recibir varios disparos; su madre, resultó herida grave también por arma de fuego. La Policía ha detenido a tres personas: el presunto autor material, Felipe C. V. también de 27 años, que sufrió heridas de arma blanca; el hermano de la víctima, Enrique Salgueiro, que apareció con la ropa ensangrentada y una mujer que entregó a la Policía la pistola utilizada en el crimen. Todos son de etnia gitana y vecinos de la barriada marginal de las Tres Mil Viviendas.

Según explicó el jefe superior de Policía de Andalucía, Enrique Álvarez Riestra, la madre de los hermanos Salgueiro Giles se encontraba junto a sus hijos y el resto de la familia en los jardines que hay a la entrada de Urgencias. Paradójicamente, habían acudido a visitar a un pariente del que luego resultó ser el homicida. Ambas familias están emparentadas.

Al saberlo el individuo, se dirigió al lugar armado con una pistola marca Llama del calibre 45 y otro cargador completo también del 45. El tiroteo se desarrolló en sólo unos segundos. La mujer, de unos 40 años, fue la primera en recibir un balazo, que le entró por la nalga y le salió por la cadera, afectándole a la zona genital.

En medio de un gran revuelo y un forcejeo siguieron sonando disparos, algunos de los cuales alcanzaron al hijo de la herida, que intentó refugiarse en el hospital y fue perseguido hasta allí por el agresor. La víctima se desplomó en el vestíbulo del centro sanitario consciente, pero herida de muerte. A pesar de la rápida intervención médica, no se pudo hacer nada por su vida. Su madre, que aún no se había dado cuenta de las heridas sufridas, y el resto de la familia le siguieron, dejando un reguero de sangre a su paso.

Se refugió en Urgencias

También el presunto homicida intentó huir entrando en Urgencias, cuya sala de espera se encontraba a tope a esas horas. El vigilante de seguridad logró reducirlo. Al momento llegó su compañero, que custodia la cancela de entrada al recinto. Ambos vigilantes consiguieron reducir al criminal, que había sufridos heridas de arma blanca posiblemente a manos del hermano del joven muerto. Una vez esposado, lo condujeron al interior del hospital hasta que llegó la Policía.

En ese momento y por la puerta trasera, llegaron a Virgen del Rocío las primeras unidades de Policía Local y Nacional, que se hicieron cargo del joven. Fue trasladado primero al Equipo Quirúrgico y luego al hospital de Valme, aunque no sufría heridas de consideración por lo que fue conducido a dependencias policiales. Como dato anecdótico, también hubo que atender a uno de los vigilantes por un ataque de ansiedad.

La Policía Científica, que llegó al lugar de los hechos en torno a las 18:00 horas, recogió ocho casquillos y se hizo cargo del arma, que estaba envuelta en una sábana blanca. Los agentes también recogieron otras evidencias esparcidas por el lugar, así como efectos personales de las víctimas.

En una moto

Uno de los disparos, impactó contra una de las motos que estaban aparcadas en la zona. Todos los vehículos permanecieron retenidos durante horas y sólo una furgoneta estacionada allí para cargar la basura de las cocinas pudo salir de la zona.

Al cierre de esta edición, permanecían en una sala de la recepción de Urgencias parte de la familia del fallecido. Un hombre mayor, vestido con traje de chaqueta oscuro y camisa celeste, lloraba a gritos clamando venganza por el difunto, así como por su hermano Enrique. También tres mujeres y otros dos hombres de la familia daban muestras de dolor que se podían oír desde la calle. Les acompañaban tres niños, dos de ellos de muy corta edad.

El jefe superior de Policía explicó que se ha puesto en marcha un dispositivo policial tanto en las Tres Mil Viviendas como en los alrededores del hospital para evitar represalias.