Decenas de miles de personas se manifiestan contra el antisemitismo y el racismo en Francia

A la concentración acudieron líderes de todas las tendencias políticas, excepto de la extrema derecha que fue expulsada con gritos de «racistas fuera»

ABC, 27-02-2006

JUAN PEDRO QUIÑONERO

CORRESPONSAL

PARÍS. Varias decenas de miles de manifestantes de extrema izquierda, izquierda, centro y derecha, acompañados de los líderes de todas las familias políticas, con excepción de la extrema derecha, no deseada, y de representantes de todas las confesiones religiosas nacionales, desfilaron ayer durante varias horas en señal de protesta contra todo tipo de racismo y para denunciar el secuestro y tortura, con fondo de antisemitismo, del joven judío Ilan Halimi. En la cabeza la manifestación se encontraban Nicolas Sarkozy, ministro del Interior, Lionel Jospin, ex primer ministro socialista, Jean-Louis Debré, presidente de la Asamblea Nacional, François Hollande, primer secretario del PS, el cardenal Jean-Marie Lustiger, el gran rabino de Francia, Joseph Sitruk, altas jerarquías religiosas musulmanas y personalidades políticas e intelectuales como Simone Veil, ex presidenta del Parlamento Europeo.

Sin incidentes

Poco antes de comenzar la manifestación, Philippe de Villiers, presidente del Movimiento por Francia (derecha de la derecha) afirmó que quiso participar en la marcha, pero fue expulsado con gritos de «¡racistas fuera!».

La gran manifestación transcurrió sin incidentes y bajo el signo de la denuncia de las tentaciones racistas. Según recientes sondeos, el 69 por ciento de los franceses creen que en Francia hay un inquietante crecimiento del racismo y del antisemitismo.

Sarkozy declaró: «Los secuestradores y torturadores de Halimi actuaron, al menos en parte, por razones racistas. No es el momento de discutir si hubo “más o menos” racismo. Hubo racismo. Y es nuestro deber moral denunciarlo». A unos metros de distancia, Jospin afirmaba: «Estoy aquí para sumar mi voz a la de quienes desean denunciar todos los racismos y antisemitismos».

El gran rabino de Francia, Joseph Sitruk, insistía: «La Policía prosigue su investigación. Habrá que esperar hasta el final para conocer los detalles del crimen. Lo importante es que estamos aquí para denunciar las llamaradas racistas y la tortura y asesinato de un joven judío, torturado durante muchos días entre la indiferencia general».