«Es un error ver al inmigrante sólo como un trabajador»

ABC, 27-02-2006

MARCOS SUKA

Técnico del Observatorio Municipal de Inmigración

MADRID. Dos licenciaturas Magisterio y Filología Hispánica que culminó en Barcelona con beca llevaron al camerunés Marcos Suka a ser, en la década de los 70, de los pocos y privilegiados africanos que completaron su formación al otro lado del estrecho. Desde entonces ha llovido mucho: regresó a su país, se casó, tuvo dos hijos, y la rebaja drástica de sueldos le llevó a desandar el camino. Desde hace dos años tiene la nacionalidad española. Su formación y experiencia le han llevado a trabajar para ayudar a los recién llegados en el Observatorio Municipal de Inmigración.

-Veinte de sus 55 años los ha pasado aquí. ¿Cómo ha cambiado el país en relación a quien viene de fuera?

-En mi primera etapa un extranjero era algo exótico; recuerdo cómo unos niños se acercaron a mí para tocarme y comprobar si desteñía. Con los años la gente se acostumbra; el problema de España es que la inmigración ha llegado en forma de aluvión en pocos años y no se ha repartido de forma homogénea, lo que genera tensiones.

-¿A qué atribuye esas tensiones?

A que no crecen los servicios al mismo ritmo que la población. Si Madrid tiene el doble de residentes extranjeros que el resto de España -930.000, es lógico que éstos demanden hospitales, escuelas.., como también lo es que de no aumentar los medios la atención se convierte en precaria. La consecuencia es que en los barrios humildes los autóctonos culpan erróneamente a los recién llegados.

-¿Qué tienen que hacer las administraciones?

Organizar de forma inteligente la convivencia y fomentar que los foráneos vivan en las condiciones adecuadas. Hay que reconocer que son ciudadanos con derechos y deberes, frente a lo que ocurre ahora: se les ve sólo como trabajadores -con deberes. Si aceptamos que un inmigrante cuide a nuestros hijos o nuestros padres, tenemos que procurar que residan en alojamientos dignos. Hay que ser coherentes y o nos interesan para todo o para nada.

-¿Estamos a tiempo de aportar soluciones realistas y corregir errores?

- Sí, aunque esta cuestión depende de Europa en su conjunto que debe reflexionar a fondo. Eso sí, las administraciones españolas, que van cada una por su lado, deben coordinarse y tomar las medidas expuestas para que se produzca la verdadera integración. Ésta pasa por el derecho a tener voz y voto. Todo el mundo habla de ellos, pero ¿alguien les pregunta? No es lógico que un gallego que lleva 30 años en Argentina pueda decidir sobre su región o su país y a la inversa no. Si la integración no contempla aspectos políticos, ¿de qué estamos hablando?

TEXTO: M. J. ÁLVAREZ FOTO: JAIME GARCÍA