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MADRID/TOLEDO. La Policía ha desarticulado a un grupo de colombianos que se dedicaba a asaltar chalés de Madrid y Toledo y que mantenían detenidas a sus víctimas durante horas hasta que comprobaban que se habían apoderado de todos los objetos de valor de la casa. Los agentes han detenido a tres miembros del grupo, a los que se les acusa de, al menos, seis robos con intimidación, y ya habían arrestado a un cuarto el pasado mes de enero, aunque, según la Dirección General de la Policía, la operación continúa abierta.

Los asaltantes obtenían información de las casas a través de personas que habían trabajado allí o de empresas que habían prestado ocasionalmente servicios en ellas, por lo que los botines fueron en la mayoría de los casos importantes, como en uno de estos atracos que superó los 60.000 euros.

Uno de los robos se produjo el pasado 5 de diciembre en Getafe (Madrid), en una vivienda en la que los atracadores maniataron a la propietaria y a dos hijos y no les soltaron hasta que no abrieron la caja fuerte, de la que se llevaron joyas y dinero en efectivo.Tras este asalto, los detenidos realizaron otros en la misma localidad, en Puerta de Hierro y La Moraleja, en Madrid, y en Seseña y Yuncos, en Toledo.

Con pasamontañas y guantes

Los asaltantes, que solían ir con pasamontañas y guantes, llamaban a la puerta con el pretexto de llevar un paquete y cuando no había nadie en la casa saltaban la valla y esperaban en el jardín. Según la Policía, siempre se llevaban las joyas y dinero de la caja fuerte, además de otros objetos de valor de la casa y durante las horas que duraba el asalto mantenían maniatadas a las víctimas, sin importarles la presencia de menores que se encontraran en la casa y el terror psicológico que causaban en ellos.

Los tres detenidos, de nacionalidad colombiana, son José Robert M.O., de 34 años; Yeferson R.Y., de 19, y James Emilio Z.R., de 25, quienes han pasado a disposición judicial. El cuarto implicado, Francois Stephane Rodolphe D., francés, fue detenido el 18 de enero y se encuentra en prisión. Como consecuencia de los registros, llevados a cabo en el domicilio de los arrestados, se intervinieron dos armas de fuego: una escopeta de caza con cañón recortado y y una pistola Beretta.