ARTÍCULO // EL BILLETE

DE RABAT A EUROPA

El Periodico, 12-07-2006

ANTONI Segura
Catedrático de Historia Contemporánea de la Universitat de Barcelona.

Cogestión de la inmigración, readmisión de inmigrantes ilegales, lucha contra las mafias y respeto a los derechos humanos son las palabras que más se han oído en la cumbre sobre inmigración y desarrollo de Rabat, que ha reunido a 27 países africanos y 30 europeos con representaciones de alto nivel. La iniciativa franco – española – marroquí ha sido un éxito, solo empañado por la ausencia de Argelia, enfrentada a Marruecos por el conflicto del Sáhara y molesta por la actitud española ante dicho conflicto.
No hay duda de que una “visión integral” (Jesús Caldera) de la inmigración – – que comprometa a los países de origen, a los de tránsito y a los de recepción; la creación de microcréditos y las inversiones en infraestructuras y proyectos regionales – – nos acerca a la solución del problema, que, sin embargo, subsistirá, porque las condiciones de vida y el horizonte de futuro empujan a las poblaciones africanas – – y no sólo a las más pobres – – a intentar alcanzar el Dorado europeo.
De ahí que las readmisiones tengan muy mala prensa en esos países y que 50 millones de euros (30 de los cuales aportados por España) y un mayor control de las fronteras parezcan medidas insuficientes para solventar un problema que hunde sus raíces en el subdesarrollo africano y en la necesidad de mano obra barata que tienen las sociedades europeas.
Con todo, es un buen inicio, sobre todo, si la Unión Europea se conciencia de que subdesarrollo y emigración son las dos caras de una misma moneda e invierte más recursos para solventar un problema que es más europeo que africano. Por el contrario, sería un error pensar que pueda solucionarse sólo con medidas coercitivas y con la colaboración de unos estados dispuestos a hacer de gendarmes de su propia población.

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