RABAT

El ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, cargó ayer contra inmigración clandestina en su intervención en la Conferencia euroafricana sobre este fenómeno que se celebra hasta hoy en Rabat (Marruecos). «La situación que vivimos hoy en Europa es intolerable. Europol estima el número de inmigrantes que entran en ilegalmente en Europa en 500.000 personas. Esta inmigración clandestina es un golpe al orden público de los Estados europeos y la estabilidad de sus pactos sociales», indicó con vehemencia.

El próximo candidato a las presidenciales francesas de 2007 opinó que las personas que llegan al continente europeo sin papeles «son entregados al horror del trabajo clandestino» del tráfico de drogas y la prostitución.

Asimismo, instó a los países africanos a que «persuadan» a sus jóvenes de que emigren.