El gobierno polaco confirmó este lunes el hallazgo en su territorio de los cuerpos sin vida de tres personas que pretendían entrar en el país de manera ilegal a través de la frontera bielorrusa.

El ministro polaco de Interior, Mariusz Kaminski, informó en una rueda de prensa de que los cadáveres pertenecen a tres personas de nacionalidad iraquí y afirmó que se tiene constancia de otro fallecido cuyo cuerpo permanece en el lado bielorruso.

La confirmación oficial se produce después de que este domingo circularan informaciones sin precisar sobre la existencia de cuatro personas muertas en la zona próxima a la frontera, pero todas en el lado bielorruso.

Asimismo, el ministro ha ordenado efectuar una autopsia “extremadamente meticulosa, incluidas pruebas toxicológicas” a los fallecidos, pues existen sospechas de que al menos uno de ellos pudo haber sido envenenado por funcionarios bielorrusos.

“Los dos refugiados que acompañaron al fallecido nos proporcionaron información, que queremos verificar, según la cual, uno de los iraquíes fallecidos ingirió una pastilla que, según ellos, le entregó un soldado bielorruso”, dijo Kaminski.

Según explicó el ministro, el fallecido recibió la pastilla con instrucciones de tomarla en caso de “tener frío o sentirse agotado”.

De acuerdo con lo expuesto por el ministro polaco, “los dos acompañantes del fallecido confesaron a los funcionarios polacos que habían pagado el equivalente a 550 euros cada uno de ellos, suma que iban a transferir en dólares desde Bielorrusia a Alemania”.

“A mediados de septiembre llegaron a Minsk, desde donde, tras unos días de estancia en un hotel, les dijeron que serían trasladados a Alemania a través de Polonia”, afirmó el ministro.

“Cuando estaban caminando por un bosque se perdieron y, según la información proporcionada a los oficiales polacos, intentaron regresar a Minsk, pero fueron interceptados por los militares bielorrusos que los llevaron de vuelta a la frontera con Polonia, donde vagaron durante algún tiempo a lo largo de la alambrada”, explicó el ministro.

Por su parte, el comandante en jefe de la Guardia Fronteriza polaca, Tomasz Praga, afirmó que se ha localizado el cuerpo de una mujer iraquí, que podría pertenecer al mismo grupo y cuyo cadáver está en territorio bielorruso.

“Tenemos que preguntarnos: ¿estas muertes, ocurridas en tan poco tiempo, fueron un acto deliberado?”, enfatizó Praga.

Desde el 2 de septiembre está vigente el estado de emergencia en 183 poblaciones polacas limítrofes con Bielorrusia, donde además se está construyendo un muro de 3 metros de altura y se ha enviado a un total de 2.000 soldados.

Según el gobierno polaco, la oleada de migración ilegal en la zona, donde se detectaron más de 4.000 intentos de infiltración durante el mes de agosto, se debe a una campaña organizada por Minsk para desestabilizar a la Unión Europea en respuesta a sus sanciones contra el régimen bielorruso.