ATIME apuesta por profesionalizar y formar al inmigrante

La Asociación atendió el año pasado a 6.351 inmigrantes de todas las nacionalidades

El Correo, 09-07-2006

Más de 6.000 inmigrantes marroquíes viven en La Rioja con premiso de trabajo y residencia, unos 8.350 si sumamos a los que están en situación irregular. Los marroquíes son la principal población de inmigrantes asentada en nuestra Comunidad.

La mayoría de ellos trabaja en el sector agrícola y en la construcción. En muchos casos han montado sus propios negocios y cotizan como autónomos en nuestro régimen de seguridad social. Por su parte, las mujeres trabajan fundamentalmente en el servicio doméstico y en la hostelería.

Atime Rioja, la Asociación de Ayuda al Inmigrante que preside Mohamed El Gheryb, atendió el año pasado a 6.351 inmigrantes «de todas las nacionalidades», se apresura a detallar su responsable. Las puertas de la asociación están abiertas para dar aliento y apoyo a quienes han dejado todo atrás, a quienes llegan a nuestra Comunidad en busca de una vida mejor.

Desde la organización «apostamos por la profesionalización de los inmigrantes, les animamos a que aprovechen los cursos de formación que damos, nosotros o la Administración. Ése es el futuro, deben mejorar su vida social».

Formación y educación

La mejora de las condiciones laborales y la educación de los jóvenes están entre las principales preocupaciones de El Gheryb. El presidente de Atime lamenta que los hijos de inmigrantes «cuando cumplen 16 años no quieren seguir estudiando, quieren salir al mercado laboral».

Eso tiene una explicación; «los padres cuando llegan aquí necesitan casa, dinero para viajar a su país, trabajan para tapar los huecos de la economía aquí y allí», explica. «Las economías de las familias han mejorado cuando sus hijos han empezado a trabajar», continúa el presidente de Atime Rioja.

Mohamed El Gheryb es consciente de que «la educación garantiza una mejor integración» y está convencido de que «esa formación académica la tendrá mejor la siguiente generación; la primera, no, porque quieren ayudar a sus padres, encuentran tensión en el ambiente familiar y la preocupación del padre es mantenerlos», explica el presidente de ATIME Rioja.

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