El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) da por desbaratadas las redes tradicionales del narcotráfico gallego. Esa es la buena noticia anunciada ayer en Vigo por Nicolás Bonilla, director de Aduanas y de Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria.

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La mala noticia es que el viejo modelo de contrabando, asentado sobre familias o clanes, está siendo sustituido por tramas mucho más complejas. «Se están detectando operaciones conjuntas de nuevas bandas implantadas en Galicia y en Madrid», explicó Nicolás Bonilla. La complejidad es extrema ya que, según Aduanas, se trata de entramados internacionales con ramificaciones entre comunidades como la gallega y entre países.

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Para intentar combatir el narcotráfico antes de que traspase las fronteras españolas, el SVA anunció ayer en Vigo una inversión de 43 millones de euros en el bienio 2006 – 2007 en medios para la lucha contra el fraude, entre los que se incluyen un helicóptero y dos patrulleras que se sumarán al nuevo buque de operaciones especiales Fulmar, que tendrá base en Vigo.

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El anuncio llega en medio de la polémica sobre la reducción de medios para la lucha contra el narcotráfico en Galicia, tras la decisión del Gobierno central de desviar el Petrel, el buque del Servicio de Vigilancia Aduanera, a la interceptación de cayucos con inmigrantes subsaharianos.

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Aduanas confirmó que, junto al Fulmar, el Petrel seguirá teniendo base en Vigo, y que a ellos se sumará también el Paíño, una patrullera que Rodman Polyships entregará en agosto.

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El SVA decomisó en el 2005 más de 30 toneladas de cocaína. La sexta parte de esta cantidad se interceptó en Galicia. En lo que va de año, son ya 18 las toneladas de esta droga requisadas en España.