ENTREVISTA: XABIER AIERDI Co-director del Observatorio Vasco de Inmigración

"Se puede abordar la inmigración desde una perspectiva local"

El País, 06-07-2006

“Los procesos de inmigración han cambiado, están más inducidos por las condiciones de expulsión que generan los países de origen de los inmigrantes que por los factores de atracción de los países de destino”, afirma Xabier Aierdi. Profesor de Sociología de la Universidad del País Vasco, Aierdi (Zeberio, 1957) es también codirector del Observatorio Vasco de la Inmigración. Durante estos días dirige el curso Inmigración y minorías nacionales: una gestión compleja de la pluralidad cultural, dentro de la VII Edición de los Encuentros Bilbao Arte eta Kultura. Entre los ponentes del curso, que comenzó ayer y se clausura mañana, se encuentran el presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Fernando Vallespín o el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona Ignasi Álvarez.

Pregunta. ¿Qué hay que hacer con la pluralidad cultural?

Respuesta. Lo que hay que hacer es gestionarla bien, porque cada vez va a ser un fenómeno más recurrente e importante. Además, pasará a ocupar más espacio en las agendas políticas. Hasta ahora hemos partido de un esquema muy simple, de que a cada Estado le correspondía una nación y a cada nación una cultura. En un futuro cercano habrá mayor pluralidad y mayor diversificación de los públicos.

P. ¿Dónde se sitúan los límites de las pluralidades?

R. Ante todo hay que garantizar la libertad individual y los derechos humanos universales de los ciudadanos. El respeto absoluto a esos derechos es básico para cualquier política de futuro. Además, hay que conseguir que aquellos grupos que tengan una diferencia cultural puedan cultivarla.

P. ¿Se puede abordar un tema tan global como la inmigración desde una perspectiva local?

R. Claro que se puede. La inmigración lo único que hace es intensificar la pluralidad cultural. En el caso de la sociedad vasca, hay una minoría nacional, que piensa que todo el territorio vasco le pertenece en régimen de monopolio; otra visión que dice que Euskadi es parte de España, con lo cual hay ahí una pluralidad identitaria; y, por último, está la pluralidad de los inmigrantes que van llegando. Lo que hace falta es que el Gobierno vasco y las instituciones vascas tengan competencias en materia de inmigración y que de ahí se establezcan políticas sensatas. Que no sea sólo el Estado el que tenga soberanía en estos temas.

P. ¿Cuánto nacionalismo cabe en la pluralidad cultural?

R. Muy poco. Pero ni nacionalismo vasco, ni español ni europeo. Siempre vemos la capacidad excluyente de los nacionalismos, pero no vemos la capacidad ni los medios de discriminación étnica que tienen los estados.

P. ¿Ha servido de algo el proceso de regularización por trabajo?

R. Ha sido muy importante, aunque tenía que haber sido más ambicioso. Los requisitos para la regularización deberían ser más sencillos o menos sinuosos.

P. Los inmigrantes siguen llegando a España. ¿Será necesario otro proceso?

R. Por supuesto. Al menos, hasta que no se establezcan unas políticas más sensatas de entrada, de salida y de retorno. Habría que establecer una legislación más flexible, de manera que quien venga pueda volver a su lugar de origen y retornar sabiendo que no va a tener ningún problema. Cuanto más abiertas y menos dificultosas sean las políticas de ida y venida, harán falta menos regularizaciones y la gente adaptará sus movimientos a sus necesidades. Hoy en día, alguien viene, está una temporada y no se atreve a volver a su país porque no sabe si podrá regresar a España.

P. ¿Cuál es el perfíl de los inmigrantes que llegan a Euskadi?

R. Básicamente son latinoamericanos (un 50%) que provienen de Colombia y Ecuador. En general es una población muy joven, en edad laboral, entre 18 y 44 años.

P. Además de la regularización, ¿cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan?

R. Sobre todo, encuentran problemas de inserción laboral. Es todo un círculo vicioso; en la medida en que los inmigrantes que llegan están en una situación irregular, se les impide acceder a un mercado laboral. Además, si no tienen papeles, no pueden acceder tampoco a una vivienda. Siguen siendo los mismos problemas fundamentales y, a la vez, los mismos problemas irresueltos. Un 30% de los inmigrantes que hay en Euskadi sigue estando en situación irregular.

P. ¿Cuál es la actitud de la población vasca a la hora de aceptar a los inmigrantes?

R. La sociedad vasca ve de forma favorable la inmigración y la coexistencia de distintas religiones y culturas. No sé si es porque en Euskadi hay un porcentaje bajo de inmigrantes (entre 70.000 y 80.000 personas), pero no se puede decir que haya un rechazo muy grande. Lo que sí hay que hacer es saber diferenciar entre los discursos sociales y lo que es la realidad concreta. La gente en su vida diaria es mucho más permisiva con la inmigración que en sus discursos. Una cosa es lo que decimos que es problema y otra lo que realmente lo es

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