La familia de Yaya pide que sus restos descansen en Gipuzkoa

Renuncia a repatriarlo a Costa de Marfil por falta de medios y las autoridades esperan el permiso por escrito para enterrar al migrante que se ahogó el 22 de mayo en el Bidasoa

Diario Vasco, MIGUEL ÁNGEL MATA, 18-06-2021

El cuerpo de Yaya Karamoko, el joven costamarfileño que el pasado 22 de mayo murió ahogado en el río Bidasoa mientras intentaba cruzar a nado desde Irun a Hendaia, se quedará para siempre en Gipuzkoa. La familia ha trasladado verbalmente a las autoridades su renuncia a repatriar sus restos, habida cuenta de las dificultades y el coste que conlleva. De este modo, y salvo sorpresa, la víctima del drama migratorio que más de cerca se ha sentido en Euskadi en los últimos años, descansará en un cementerio guipuzcoano, cerca de donde vio truncado su sueño de llegar a Francia para trabajar y sacar a su familia de la pobreza.

El cadáver de Yaya, de 28 años, permanece en San Sebastián, en el Instituto de Medicina Legal, aguardando que se determine su destino. Fuentes de la Embajada de Costa de Marfil en España explicaron ayer que están a la espera de recibir formalmente por escrito las instrucciones de los allegados, sin aportar más detalles. No obstante, según ha podido saber DV, los familiares han dado su consentimiento verbal a que los restos del joven sean enterrados en Gipuzkoa y solo falta la confirmación por escrito.

El protocolo
Existe un protocolo para abordar estos casos. La tutela del cuerpo corresponde a la autoridad judicial, en este caso al juzgado de Irun que estaba de guardia el día en que apareció el cadáver. Será este el que, llegado el momento, solicite formalmente el enterramiento o incineración cuando reciba la instrucción de la Embajada conforme a lo acordado con la familia.

Es la legación diplomática del país africano en Madrid la que está en contacto con la familia, con el apoyo del Consulado de Bilbao, que ha trabajado activamente en el seguimiento de la tramitación.

Obviamente, aún se desconoce dónde será enterrado, aunque no sería de extrañar que fuese en Irun. El Ayuntamiento de la localidad fronteriza confirmó ayer su plena disposición a depositar los restos de Yaya Karamoko en el nicho municipal habilitado para personas fallecidas sin recursos ni familiares cercanos, y a correr con los gastos derivados del sepelio.

Nacido en Costa de Marfil el 17 de enero de 1993, Yaya trabajó como taxista y albañil antes de dejar su país con el sueño de llegar a Francia, reencontrarse con parte de su familia, y acceder una vida más próspera para él y su familia, como hacen cada día miles de inmigrantes. Al parecer, junto a él también se fue un sobrino.

Los detalles del origen y la vida del fallecido son aportados por Hervé Zoumoul, un vecino de Niza que se dedica a reconstruir biografías de migrantes desaparecidos para que no caigan en el olvido. La relativa a Yaya Karamoko ha aparecido en el diario galo Sud-Ouest. Este activista de los derechos humanos tiene registradas 20.000 muertes de migrantes en el Mediterráneo desde 2014.

Cinco días a la deriva

Según su relato, Yaya y su sobrino habrían cogido un avión hasta Dakhla, en el Sáhara Occidental, donde tenían amigos. «Yaya trabajó allí en una pescadería para ahorrar el pasaje hacia Canarias, en torno a 2.500 euros». Ambos alcanzaron las costas españolas el 16 de marzo. «Su amigo me contó que estuvieron cinco días a la deriva en una piragua, antes de que los servicios de emergencia los rescataran. Tres personas murieron».

El 22 de abril, Yaya cogió un avión hasta el aeropuerto de Málaga. «No pudo viajar junto a su sobrino, que se quedó en Canarias, al ser menor de edad. Está en un centro de acogida», precisa Zoumoul. Yaya pasó primero por Granada y después viajó hasta Irun, donde de forma trágica terminaron su viaje y sus sueños justo un mes después de aterrizar en la Europa continental.

Como ya adelantó en su día DV, el joven costamarfileño durmió el 15 de mayo en el refugio para migrantes en tránsito de Hilanderas, en Irun, y tras abandonarlo el 16 no se volvió a saber de él. Este dato concuerda con la versión de Zoumoul, que subraya que sus familiares, a quienes llamaba todos los días, dejaron de tener contacto aquel mismo día.

Estuvo una semana tratando de cruzar a nado la frontera
Yaya Karamoko llegó a Irun presumiblemente el 15 de mayo, procedente de Granada y Madrid. Al menos esa noche durmió en el albergue para migrantes en tránsito de Hilanderas. Tras dejar el recurso al día siguiente, no volvió al refugio. La siguiente noticia que se tuvo de él fue la aparición de su cadáver ahogado el día 22, una semana después. Se deduce así que el joven llevaba una semana tratando de cruzar la frontera.

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