Un visado climático para los vulnerables

Reclaman a Bruselas que «se posicione» sobre el impacto negativo que el calentamiento global tiene en las poblaciones más frágiles

Diario Sur, IKER CORTÉS, 10-05-2021

Madrid. No solo las guerras y la falta de oportunidades obligan a los seres humanos a emigrar para buscarse una vida mejor. Los cambios ambientales también son una causa importante de desplazamientos. Resulta difícil cuantificarlos, puesto que la legislación internacional no ofrece amparo a quienes huyen por este motivo, pero Acnur vaticina que en los próximos 50 años entre 250 y 1.000 millones de personas abandonarán su hogar a causa del cambio climático. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) va más allá y asegura que en las últimas tres décadas se han triplicado las sequías y las inundaciones y los cambios en el medio ambiente han provocado desplazamientos superiores a aquellos causados por los conflictos bélicos.

Ante este problema, la Fundación Alternativas organizó el debate ‘Hacia un visado climático europeo’, con el objetivo de analizar las medidas que desde la Unión Europea se están llevando a cabo ante el aumento de estos desplazamientos. Mónica González, eurodiputada española del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, fue la ponente del informe ‘El impacto del cambio climático en la población vulnerable en los países en desarrollo’, que acaba de ser aprobado en la Comisión de Desarrollo del Parlamento Europeo, y deberá ser ratificado en el pleno del Europarlamento el 17 de mayo.

Entre otros aspectos, el documento busca que Bruselas «se posicione» sobre el impacto del calentamiento global en las poblaciones más vulnerables de los países en desarrollo y aboga por proporcionar financiación para la mitigación, la adaptación y las pérdidas y daños asociados al cambio climático; aumentar el apoyo financiero para la reducción del riesgo de desastres; abordar las vulnerabilidades específicas, geográficas y personales; generar una reserva económica para apoyar a los países que más sufren el cambio climático, y, quizá lo más importante, poner en marcha un visado climático como medida de protección temporal para las víctimas de desastres e incluir el riesgo para la vida, amenazada por el calentamiento global.

Paloma Favieres, coordinadora estatal del servicio jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), hizo hincapié en el tiempo perdido. «Hemos ido perdiendo oportunidades en materia legislativa porque la Agenda Europea sobre Migración en 2015 hacía alusión al cambio climático, pero no lo abordó y toda la propuesta que se planteó en 2016 está en ’standby’», denunció. Favieres es pesimista «porque el nuevo Pacto de Migración y Asilo hace una referencia de soslayo al problema, pero luego no hace mención alguna a las vías legales y seguras». «Todavía estamos a tiempo».

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