El foco de las críticas al ministro Fernando Grande-Marlaska está puesto sobre el revés judicial a cuenta del cese del coronel Diego Pérez de los Cobos. Pero Interior tiene abierto otro frente de mucho más calado a tenor de los datos acumulados y el goteo de incidentes: la inmigración irregular en Canarias. Sigue descontrolada tras la crisis de noviembre y diciembre. Las cifras son elocuentes: más de la mitad de todos los inmigrantes sin papeles que han llegado a España en el primer trimestre del año lo han hecho a través de las islas, según los datos del Ministerio.

Las pateras casi se han duplicado respecto al mismo periodo del año anterior (95 frente a 54 embarcaciones), y han llegado más cargadas y en peores condiciones en muchos casos. Si en marzo de 2020, recién decretado el estado de alarma y un confinamiento severo, habían accedido a esa comunidad 1.582 personas hasta el pasado 31 de marzo ya lo han hecho 3.436, lo que supone un incremento del 117,2 por ciento.

Las quejas de Canarias parecen más que justificadas a la vista de las cifras y la comparativa. A toda España se registró la llegada de 6.496 personas por vía terrestre y marítima, por lo que más de la mitad, como se ha dicho, acabaron en las islas con unos sistemas de acogida desbordados desde hace meses.

Desde comienzos de año ha seguido la tendencia ascendente (en la última quincena de marzo se produjo otra oleada de pateras), aunque fue enero el que marcó las cifras más altas cuando 2.077 inmigrantes irregulares lograron acceder a las islas. La ruta canaria está más activa que nunca y la pandemia lejos de frenarla.

Cada día 38 personas han sido rescatadas en las islas. La media está aún lejos de las 63 del año pasado porque fue sobre todo en los últimos meses cuando se produjo una avalancha de embarcaciones que acabó dando el resultado de más de 23.000 entradas irregulares en 2020.

Enfrentamientos en Tenerife

El martes, la Policía Nacional tuvo que intervenir en el campamento de Las Raíces, en La Laguna tras una reyerta entre grupos de inmigrantes que acabó con ocho detenidos y varios heridos . Varios vídeos difundidos por redes sociales muestran cómo la benemérita tuvo que intervenir disparando pelotas de goma tras varios episodios de violencia provocados, según los medios locales, por la falta de comida en los centros.