La relación de los humanos con el mar se remonta a nuestro pasado más remoto, cuando nuestros antepasados descubrieron la pesca y la navegación.

Esta relación ha sido intensa y compleja a lo largo de los siglos. Esta complejidad es la que ha querido plasmar el artista John Akomfrah en la instalación tituladaVertigo Sea que se puede ver en la Fundació Antoni Tàpies. Esta obra no es solamente una historia de relación del hombre con la naturaleza y sobre la belleza del océano, sino que en ella también se muestra la violencia y la precariedad de la vida.

Vertigo Sea es una instalación de vídeo de tres canales que describe precisamente la relación de la humanidad con el mar, con sus momentos de gran belleza junto a sus aspectos más críticos, como las migraciones, la esclavitud, la colonización o las guerras. Al mismo tiempo, reflexiona sobre el impacto del ser humano en la naturaleza y los efectos que este tiene en el cambio climático.

Con su pieza, este artista de origen africano afincado en Londres utiliza las imágenes para denunciar cuestiones que siguen siendo de plena actualidad, como las migraciones o la crisis climática, temáticas muy presentes en toda su obra.

Un vídeo en tres partes
En esta instalación en tres pantallas se pueden ver impresionantes imágenes de los paisajes oceánicos, de la vida marina y escenas de paisajes helados del Ártico, combinadas con imágenes del tráfico de esclavos, de la crueldad de la pesca de ballenas o de la cacería de osos polares. También aparecen imágenes de la travesía de personas migrantes a través del mar y de los océanos, que arriesgan su vida buscando un mejor destino.

En el vídeo también se evoca a Olaudah Equiano, un esclavo africano liberto (liberado) y pionero de la causa abolicionista que en el siglo XVIII navegó por los mares, exploró el Ártico y acabó viviendo en Inglaterra. Allí llegó a hacer campaña para extender el voto a los trabajadores y publicó una autobiografía en la que relataba los horrores de la esclavitud. Con estas ideas relacionadas, el artista busca un paralelismo entre la destrucción del mundo natural y nuestra propia destrucción.

Para el vídeo, el artista ha utilizado material audiovisual de archivo de la BBC Natural History Unit y también nuevas filmaciones realizadas en Escocia, Noruega y las Islas Feroe.

Para su pieza, Akomfrah se ha inspirado en libros como la famosa novela Moby-Dick (1851) de Herman Melville, o el poema épico Whale Nation, de Heathcote Williams (1988), una obra que también nos habla de la vida de las ballenas, los mamíferos más grandes de la tierra.

La contraposición de imágenes en Vertigo Sea contribuye a la reflexión sobre nuestro pasado y a la crítica social de cuestiones muy actuales, todas relacionadas con el vínculo del hombre con la naturaleza y el mar.

El mar, el pasado colonial, la esclavitud y los recuerdos son los temas habituales en las videocreaciones de John Akomfrah. Este artista cuenta con una productora propia, Smoking Dogs Films que impulsa proyectos audiovisuales innovadores, tanto para televisión y cine como más enfocado al vídeoarte.

El vídeoarte
El vídeoarte nació a finales de los años 60 y principios de los 70 aprovechando el surgimiento de las tecnologías emergentes de vídeo que se desarrollaron en aquella época. Esta disciplina audiovisual consiste en crear piezas artísticas basadas en la combinación de imágenes en movimiento y sonidos.

En el vídeoarte, las imágenes pueden crearse de cero o aprovechar grabaciones ya existentes y se pueden presentar en diferentes formatos, como vídeos, proyecciones o instalaciones en museos.

Esto precisamente es lo que se puede ver hasta el mes de junio en la Fundació Antoni Tàpies en la exposición de John Akomfrah. Su obra es muy representativa del uso del vídeoarte como canal de creatividad y denuncia, a la vez que conecta sus vídeos con su propia biografía.

Akomfrah nació en 1957 en Accra, Ghana, pero vive y trabaja en Londres. Fue cofundador del Black Audio Film Collective, en Londres. En muchas de sus obras presenta composiciones visuales multicanal que contrastan y proponen diálogos entre la imagen y el sonido y entre la realidad y la ficción.
En la Fundació Antoni Tàpies también se puede ver otra de sus obras, la instalación de vídeo monocanal titulada Peripeteia (2012). En este caso, el punto de partida son dos retratos pintados por Albrecht Dürer, Kopf eines Negers (Cabeza de un hombre negro, 1508) y Porträt der Afrikanerin Katherina (Retrato de la africana Katherina, 1520). La identidad misteriosa de estos dos personajes lleva a una reflexión sobre la dimensión universal del sufrimiento, de la derrota y de la memoria pasada que genera conocimiento del presente.