Un migrante acaba en un camión de la basura

Incidente. Dormía en un contenedor y sus lamentos le salvaron la vida. El incidente colma la paciencia del edil de Seguridad, Samuel Henríquez. «La Delegación del Gobierno nos toma el pelo; ya está bien»

Canarias 7, GAUMET FLORIDO San Bartolomé de Tirajana, 25-02-2021

El destino o el azar quiso que este miércoles no pasara una desgracia. Un migrante que dormía en un contenedor de basura situado en la Avenida de Tirma, en Playa del Inglés, acabó en el camión del servicio de recogida de residuos de San Bartolomé de Tirajana. Unos lamentos del chico, de origen magrebí, le salvaron literalmente la vida. Por las informaciones recabadas, el joven se encuentra en buen estado de salud y todo quedó en un susto. Sin embargo, el incidente sirvió para rebosar el vaso de la paciencia del concejal de Seguridad, Samuel Henríquez, que enmarca este episodio, que pudo acabar en tragedia, en la forma de gestionar la crisis migratoria de la Delegación del Gobierno. «Nos están tomando el pelo, y ya está bien; este es otro de esos chicos que no sabemos por qué acaban en la calle, sin techo y sin comida; nos dijeron que iba a solucionar este problema y seguimos esperando», se quejó, molesto.

El suceso se produjo en torno a las siete y media de la mañana. El equipo de operarios de la UTE San Bartolomé, conformada por FCC, Lopesan y Bitumex, se encontraba a la altura del hotel Waikiki, que es uno de los que ha habilitado el Ministerio de Inclusión Social para, a través de Cruz Roja, acoger a migrantes llegados en pateras. El edil del área, Tito Herrera, explica que los operarios siempre echan un ojo antes al contenedor por si acaso, pero que no vieron nada extraño. Por lo que le transmitieron los trabajadores, el chico no se veía. Estaba tapado con bolsas de basura. Lo cierto es que cuando, una vez enganchado al camión, la maquinaria del vehículo volteó el depósito, el joven cayó al interior junto con la basura que había dentro del contenedor. Si no llega a ser porque despertó y se quejó, no se habrían dado cuenta.

La información este miércoles no era precisa y no está claro si al final el migrante acabó sufriendo alguna herida. Por los datos que manejaba el concejal, solo presentaba alguna magulladura en una pierna. Otras fuentes hablaban incluso de una fractura. Los operarios llamaron sobre la marcha al 1-1-2, que activó una ambulancia y a policías locales y nacionales. La última referencia oficial que tiene el Ayuntamiento es que el chico fue trasladado al centro de salud para evaluar su estado. A partir de ahí le perdieron la pista. Este periódico intentó, sin éxito, que la Delegación del Gobierno informase sobre cómo estaba el joven y sobre su paradero posterior, si fue alojado en el Waikiki o trasladado a otro centro.

Ni siquiera el concejal de Seguridad del municipio, Samuel Henríquez, tenía ayer información precisa de por qué estaba este joven migrante fuera de los complejos hoteleros que los acogen en el sur ni tampoco de lo que luego pasó con él. Sólo le consta que estaba o estuvo alojado en el Hotel Waikiki. Portaba la pulsera identificativa. Pero no sabe si lo dejó voluntariamente, si es que estaba alojado y como llegó mas tarde del toque de queda que fijan en el hotel, lo dejaron fuera o si directamente lo habían expulsado por mal comportamiento.

A Henríquez este incidente le ha sobrepasado. «Cuando vi a esa persona metida en un cubo de basura se me cayó el alma a los pies; esto no puede estar ocurriendo; si eso no es atentar contra los derechos humanos, que me lo expliquen», se lamentaba ayer el también líder de Nueva Canarias en el municipio, que es, además, trabajador social. «La Delegación del Gobierno no está cumpliendo nada de aquello a lo que se comprometió con el Ayuntamiento, ni ha puesto remedio a este problema, el de los chicos que acaban en la calle y se ven sin techo ni comida, ni tampoco han empezado a trasladar a los migrantes de los hoteles».

Recuerda Henríquez que el compromiso era que empezarían a desalojarlos en febrero y no ha sido así. «Nos están tomando el pelo, y ya está bien, nos dijeron que empezarían a trasladarlos y no solo no lo han hecho, sino que ahora acogemos a más, porque sabemos que parte de los que estaban alojados en hoteles de Mogán los han traído a San Bartolomé». Les consta que al menos 80 fueron llevados de Amadores a Tunte. «Ahora estamos peor».

«Al final dan a entender que solo hacen caso a los que más gritan, porque que a los que tratamos de mostrar una postura más responsable, o que apostamos por una posición más solidaria, no nos tienen en cuenta», apuntó el edil. «Ya está bien de que nieguen la evidencia, este tipo de incidentes no son puntuales, el comedor social en San Fernando está desbordado; hay muchos chicos en la calle y no se les puede dar ese trato». Y no entiende el sentido de las mesas de trabajo entre administraciones si al final la coordinación brilla por su ausencia. «Si no llega a ser por la Policía Nacional, que se coordina con la local, al Ayuntamiento no le informan de nada».

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