Sucesos. Un 'camello' mató ayer tarde a una prostituta en la plaza de la luna. El crimen ocurrió un día después de que los vecinos denunciasen la degradación del barrio y mandasen un DVD al alcalde

Asesinato en la trastienda de Gran Vía

El Mundo, 24-06-2006

Un camello mató ayer tarde a una prostituta ucraniana en la plaza de la luna, en el distrito Centro, según Emergencias Madrid.El presunto asesino, Manuel Córdoba García, de 36 años, asestó 14 puñaladas a Victorialla Nusea, de 29 años, conocida en el barrio como Vicky. Tras el crimen, el supuesto agresor fue retenido en la misma vía, paralela a la Gran Vía, por varios amigos de la fallecida. Posteriormente era detenido por una pareja de agentes del Cuerpo Nacional de Policía.


Este homicidio sobrevino un día después de que los vecinos del barrio entregasen un DVD al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz – Gallardón, donde mostraban la degradación de la trastienda de Gran Vía: drogas, prostitución, robos y violencia . «Esto es un infierno y toda la basura de Gran Vía la barren hacía aquí», delataban los miembros de ACIBU (Asamblea Ciudadana del Barrio de la Universidad).


Una de las denuncias formuladas por los vecinos fue la falta de policías en esa encrucijada de calles donde reina la desconfianza y el desasosiego por el continuo movimiento de prostitutas y camellos. Curiosamente, ayer los vecinos vieron más policías que nunca. «Eso ha puesto nerviosos a todos los camellos que hoy no han podido vender droga y les ha puesto más nerviosos que nunca», decía un vecino que justificaba así el crimen y el ambiente turbio que se respiraba ayer.


Precisamente, los implicados en este crimen son varias de las personas que vivían las 24 horas del día en la plaza de la luna.Allí dormían y allí se ganaban la vida entre jeringuillas ensangrentadas y restos de basura. Manuel sobrevivía trapicheando con pequeñas cantidades de droga (casi siempre cocaína), según sus amigos.También ejercía de chulo con determinadas mujeres. Vicky había sido su novia y su chica, según cuenta otra amiga. Pero esta relación profesional y sentimental acabó.


El presunto homicida había tenido en los últimos días varios roces con Vicky. La acusaba de haberle robado cien euros mientras dormía. Manuel, un hombre siempre pacífico y afable, según sus amigos, estaba ayer nervioso. Se tomó ayer una cerveza en un bar con Vicky y Celeste. No hubo discusión en ese encuentro.Quizás contribuyese a ese estado de ansiedad el hecho de que no pudiese traficar ayer debido a la masiva presencia policial.


Sobre las 17.30 horas, el presunto asesino le dio un vaso de cerveza a Vicky. Luego le dijo que era la última vez que fumaba en su pipa y a continuación la atacó, justo al lado de un quiosco.«El hombre se metió las manos en una riñonera y sacó un cuchillo.Sin decir nada la ha apuñalado en el cuello y luego por todo el cuerpo», contó un joven ecuatoriano testigo de la agresión.


Otros aseguran que Manuel atacó a la víctima porque estaba celoso.«La vio con otra persona y se molestó», dijo otro de los moradores de la plaza.


El caso es que el hombre se ensañó con la chica y la apuñaló en 14 ocasiones en medio de la plaza y delante de numerosos testigos.«Nos hemos quedado sin reaccionar. Él venga a darle puñaladas y nadie le paraba», relató con la voz temblorosa otra mujer prostituta que conocía a Vicky. «Ella no se ha podido defender porque ayer había bebido mucho y estaba muy ebria», contó un hombre.


Dos amigos de la fallecida reaccionaron y consiguieron apresar al homicida. Antes de que llegará la policía le golpearon en varias ocasiones. «Después de acuchillar a la mujer el agresor tiró el arma y cuando se marchaba del lugar a pie otro hombre y yo le hemos cortado el paso y tirado al suelo, donde le hemos sujetado hasta que ha llegado la policía», relató a Efe un ciudadano ecuatoriano. Posteriormente el hombre fue arrestado por una patrulla de agentes de la comisaría de Centro.


Hasta el lugar del suceso se desplazaron facultativos del Samur – Protección Civil, que encontraron a la mujer en parada cardiorrespiratoria como consecuencia de las puñaladas recibidas, cinco en el tórax, cinco en los brazos, tres en el cuello y una en la cara.


El caso está siendo investigado por los agentes del grupo VI de Homicidios y por los funcionarios de la Brigada de Policía Científica. En los archivos policiales sólo le consta a Manuel Córdoba una detención por robo en el año 2004. Sin embargo, según varias personas el supuesto asesino, que llevaba tatuado el brazo con el nombre de sus hijas, había cumplido varios años de condena en la cárcel por matar a su mujer con la que tenía dos hijos.


Una mujer que se identificó como Verónica aseguró ayer que Manuel nunca se había mostrado violento o agresivo en su relación con yonquis o prostitutas. «Si llegó a saber que era así nunca hubiese estado a su lado. Ayer estaba muy alterado y muy nervioso y decía que iba a matar a Vicky porque la había robado», contó Verónica.


La mujer fallecida tenía dos hijos viviendo en Ucrania. Se separó de su marido y llegó a España hace cinco años. No consiguió trabajo y acabó viviendo en la calle. Sus amigas de la calle indicaron ayer que «solía andar sola, era vanidosa, le gustaba mucho la cerveza y que no era yonqui».

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