Ni los incendios, ni la quiebra de Thomas Cook, ni el cero energético,ni la Covid-19, a Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, le va a estallar en sus manos una crisis migratoria que no se soluciona con más casetas o falsas promesas. Cuatro ministros del Gobierno de España Marlaska, Escrivá, Darias y Ábalos se han paseado por las islas para mostrar planes, discrepancias entre ellos, apagar fuegos y generar más indignación. Para nada más. Ya solo nos falta, si me permiten la broma, que llegue Pedro Duque a Gran Canaria, ministro de Ciencia, para indicarnos que el flujo migratorio se controla gracias al satélite Ingenio, pero que este ha fallado en su misión por un cruce de cables, por lo que habrá que seguir esperando.

El Gobierno de España se está mofando del Gobierno de Canarias. Y menos mal que ambos mantienen las mismas siglas políticas, porque de lo contrario no quiero ni imaginarme el panorama. Esta crisis migratoria está moviendo el árbol político en Canarias y el Pacto de las Flores PSOE, Podemos y NC empieza a marchitarse si no llegan soluciones con urgencia, porque este problema va a más día a día y la sociedad está alcanzando su límite ante la inoperancia mostrada. Dicen desde dentro del PSOE que Ábalos vino para amansar a las fieras, pero aquí ya nadie se chupa el dedo.