Crisis migratoria

Los alcaldes canarios, ninguneados por el Gobierno: «Nos enteramos de lo que hacen por chivatazos»

En los pequeños municipios, donde más aprietan las pateras, denuncian que nadie les informa de los operativos para realojar a los inmigrantes en hoteles

ABC, Enrique Delgado Sanz, 20-11-2020

El grifo de la información está cerrado, al menos para los alcaldes de las pequeñas localidades canarias que sufren en primera línea la presión migratoria con la incesante llegada de pateras. La gravedad de la situación ha conseguido que las siglas políticas hayan pasado a un segundo plano e incluso regidores del PSOE se atrevan a afearle al Gobierno que no cuente con ellos para atajar la crisis.

«Nos sentimos abandonados, no vemos respuesta inmediata a la gravedad de la situación». En estos términos se posiciona Conchi Narváez, socialista y alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana, municipio del que depende Maspalomas, la localidad a la que el Gobierno desplazó a los inmigrantes que desalojó del muelle de Arguineguín el martes. Pero en el Ayuntamiento no supieron nada hasta que los vieron llegar.

La queja de Narváez llega después de meses de hartazgo ante una coyuntura límite. Ante la falta de información oficial, la alcaldesa admite que le preocupan tanto el trato que se dispensa a las personas que llegan en patera, como la inseguridad que generan sueltas como la del martes o el daño turístico que pueden causar estas imágenes para la Isla.

Otras fuentes del consistorio consultadas por ABC confirman la opacidad de la que hace gala en la zona el Gobierno. «Nos enteramos de las cosas que hacen o van a hacer por los chivatazos que nos dan los vecinos», exponen. No comprenden por qué el Ejecutivo trata con tanto secretismo cualquier movimiento que realiza en relación a la crisis migratoria.

«Si se creen que haciéndolo así no nos vamos a enterar, están equivocados, porque esto es una isla muy chica»

«Si se creen que haciéndolo así no nos vamos a enterar, están equivocados, porque esto es una isla muy chica», añade Onalia Bueno, la alcaldesa de Mogán, que también puede dar fe del «hermetismo» total que la Delegación del Gobierno emplea con ellos. «Deciden contratar tres hoteles en nuestros municipios para meter a 3.000 personas y te enteras cuando te los encuentras ahí», critica la regidora, quien considera que estas prácticas revelan una falta de lealtad institucional: «Se acuerdan de nosotros para pedir, como cuando otras veces nos han solicitado instituciones públicas para acoger inmigrantes, pero luego nadie es solidario con nosotros».

Tampoco están muy contentos con la respuesta que Moncloa está dando a esta emergencia migratoria desde el sector turístico. «Un Gobierno capaz, ágil y con un liderazgo claro podría dar solución a esta crisis derivando a los migrantes de forma solidaria por todos los espacios alojativos de la Península», propone José María Mañaricúa, presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT).

Estructural

Mañaricúa recuerda que allá por el mes de septiembre, y cuando se lo pidió la Delegación del Gobierno al agravarse la crisis migratoria, los empresarios hoteleros de Gran Canaria arrimaron el hombro abriendo las puertas de sus hoteles, pero que ahora comprueba cómo una solución que iba a ser temporal se está convirtiendo en estructural: «Los hoteles deben ser para reactivar la economía y deben habilitarse espacios públicos para acoger a los inmigrantes. Con su gestión, el Gobierno está dejando abandonados tanto a los inmigrantes como a los canarios».

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