El mundo islámico se desvincula de los ataques en Niza

Turquía y los países de mayoría musulmana que apoyaron su campaña de boicot contra Francia repudian el «crimen salvaje» perpetrado

Diario Vasco, MIKEL AYESTARAN Corresponsal. Jerusalén, 30-10-2020

Todo el mundo lo esperaba, sólo faltaba saber el momento. Cada vez que salen a la luz caricaturas del Profeta, el sector más fanático del islam marca la línea roja con sangre y volvió a repetirse, esta vez en Niza. Después de una semana de protestas contra Emmanuel Macron y de promover el boicot a los productos franceses, la espiral de violencia desembocó en un ataque mortal. Los líderes de los mismos países que durante toda la semana denunciaron el uso de los dibujos satíricos de Mahoma y alertaron de que estas acciones alimentan los radicalismos, condenaron este «crimen salvaje», según las palabras del Ministerio de Exteriores turco.

Las primeras miradas apuntaron a Ankara ya que Recep Tayyip Erdogan ha liderado el pulso contra Macron y pidió públicamente a sus ciudadanos que no compraran productos franceses. ¿El pecado del presidente francés? Declarar que su país «no piensa renunciar» a la publicación de caricaturas del Profeta porque lo consideran un acto de libertad de expresión. Estas fueron las declaraciones de Macron en la despedida del profesor Samuel Paty, decapitado hace dos semanas por un islamista radical tras mostrar esos dibujos en clase. A diferencia de lo que sucedió entonces, cuando la reacción oficial turca se hizo esperar, tras lo ocurrido en Niza el Ministerio de Exteriores emitió un mensaje de condena inmediato.

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