Los 'sintecho' no serán multados por estar en la calle en el toque de queda

Tampoco se les exigirá un salvoconducto, aunque no podrán deambular por la calle y «se les recomendará dormir en los albergues»

Diario Vasco, PATRICIA RODRÍGUEZ, 30-10-2020

Caen las once de la noche y la mayoría de los ciudadanos deben estar ya en sus hogares. No todos. Tristemente para muchos la calle es su casa. Durante el estado de alarma de primavera, cuando se ordenó el confinamiento domiciliario, se habilitaron varios dispositivos para acoger a las personas sin hogar en frontones y albergues, como el Atano III o Abegi Etxea, y que pudieran cumplir con el confinamiento. La situación se repite ahora pero bajo el toque de queda nocturno, de 23.00 a 6.00 horas. ¿Qué ocurre con aquellas personas sin un techo en el que cobijarse? «No se multará a una persona durmiendo en un cajero o debajo de un puente, sin embargo no podrían estar deambulando por la calle. Se les recomendaría dormir en los albergues y otros recursos ordinarios gestionados por ayuntamientos y entidades sociales», pero en ningún caso se plantea exigirles salvoconductos, según explican fuentes del Departamento de Políticas Sociales del Gobierno Vasco.

El confinamiento de marzo ofreció la primera fotografía real del problema de las personas sin hogar en Euskadi y reveló que existían 300 más de los registrados en los recuentos nocturnos que se hacen cada dos años en las calles de los principales municipios vascos. En total, en torno a un millar de personas carece de hogar en Euskadi. En Gipuzkoa, se manejaba una cifra de unas 170 personas, pero en el frontón Atano III, habilitado para la emergencia del estado de alarma, y en otros albergues municipales (Orio, Hondarribia…), durmieron durante casi tres meses en torno a 300 personas, casi el doble de las pensadas.

DATOS
300
personas sin hogar durmieron durante el estado de alarma en los espacios habilitados en Gipuzkoa para cumplir el confinamiento, casi el doble de los registrados en los recuentos nocturnos que se realizan cada dos años en las calles #de los principales municipios vascos.
Programa de apoyo
‘’Lehen urratsa’. Muchos de los ‘sintecho’ que estuvieron viviendo en frontones durante el confinamiento de primavera reciben apoyo ahora en pisos y pensiones del programa ‘Lehen Urratsa’, del Gobierno Vasco.
Itinerarios personalizados
Con ese diagnóstico en la mano, las instituciones vascas decidieron dar un paso más y poner en marcha el programa ‘Lehen urratsa’ del Gobierno Vasco, en colaboración con ayuntamientos y diputaciones, para proporcionar un alojamiento a las personas acogidas una vez cerrasen los recursos de urgencia cuando se levantó el estado de alarma, el pasado 21 de junio. En este sentido, en los recursos de ‘Lehen urratsa’ (pensiones, albergues, pisos comunitarios) están viviendo ahora buena parte de las personas que durante el confinamiento estaban en frontones o polideportivos», confirman estas mismas fuentes. Asimismo, explican que «con esas personas sin hogar se están trabajando itinerarios» de inserción social personalizados, si bien aclaran que «no se ha obligado a los sin hogar a integrarse en estos itinerarios personalizados». De hecho «se habían puesto en marcha más plazas de este programa que las que finalmente han sido utilizadas». Se plantean todo tipo de recursos, desde pisos sociales, pensiones y también pisos en el mercado libre del alquiler, aunque esta es la opción minoritaria. Y siempre con el apoyo de trabajadores sociales o educadores

Además de los recursos habilitados a través del programa ‘Lehen urratsa’, recuerdan que también sigue en funcionamiento el programa ‘Erdu’ de acompañamiento a personas con adicciones que gestionan las entidades Gizakia, Etorkintza, Jaiki y AGIPA, así como los albergues municipales ordinarios, que están abiertos.

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