El consejero de Transportes del Gobierno autonómico, competente en Puertos Canarios, Sebastián Franquis, envió ayer una carta al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska en la que le avisa de las dificultades que están surgiendo en el muelle de Arguineguín para cumplir el «protocolo de actuación ante posibles casos importados de covid-19 en el contexto del fenómeno de la inmigración irregular», establecido por el propio ministerio en los primeros meses de la pandemia.

En realidad, personal de Cruz Roja, Puertos Canarios y del Servicio Canario de Salud (SCS) hicieron llegar al presidente del Gobierno, Ángel Víctor Torres, su preocupación por la imposibilidad de aplicar el citado protocolo cuando en el muelle se han llegado a concentrar hasta 1.300 personas. A su entender, ni el lugar, ni las carpas montadas para la primera acogida de los inmigrantes, reúnen las condiciones mínimas de seguridad y protección de la salud tanto de las personas que permanecen semanas allí, ni las del resto de la población de la isla.

Traslados
CC advierte que el muelle de Arguineguín constituye una «bomba de relojería» que puede estallar en cualquier momento

Por ello, Franquis exhorta a Marlaska a que actúe lo más rápidamente posible para que las personas cuya prueba PCR dé negativa sean separadas y trasladadas a algún espacio público que gestione la Administración General del Estado.

De esta forma, prosigue el consejero, se evitará cualquier riesgo de contagio. Sin embargo, la reivindicación de disponer de este tipo de espacios no ha obtenido respuesta alguna, al menos por el momento.

Precisamente este ninguneo por parte del Gobierno central fue el objeto principal del debate que tuvo lugar ayer en el Pleno del Parlamento. En él, el consejero de Administraciones Públicas, Julio Pérez, sacó a colación el escrito enviado al ministro del Interior con el propósito de demostrar que el Gobierno de Canarias no está parado, como le acusó la oposición.

«El Gobierno debería dejar de dar charlas y discursos que no van a ninguna parte», sostuvo la diputada de Coalición Canaria (CC), Socorro Beato. A su juicio, la situación actual requiere una «ofensiva diplomática en Marruecos y en la Unión Europea», así como una «respuesta contundente de Madrid».

Estallido social
Beato advirtió además que, de persistir la crisis migratoria, se producirá un «estallido social» al considerar que Arguineguín supone una «bomba de relojería».

En cambio, el también portavoz del Gobierno le replicó que «no necesitamos ni alzar la voz ni plantarnos», e insistió en las demandas que se vienen planteando desde hace meses.

Al respecto, el portavoz de Nueva Canarias (NC), Luis Campos, ahondó en reclamar una «política migratoria integral cuyo eje central sean los derechos humanos, así como una coordinación entre los ministerios».

Para la diputada del Partido Popular (PP), Astrid Pérez, fue un debate «estéril», y criticó la politica estratégica del Gobierno del Estado en su relación con Marruecos.