«Me gustaría que mi libro ayudara a mirar a los refugiados con otros ojos»

Mari Romero Publica su tercera novela '¿Por qué no nos dejáis entrar?'La autora legazpiarra narra los entresijos de su nuevo trabajo, al que pilló de lleno el confinamiento

Diario Vasco, CRISTINA LIMIA, 17-10-2020

El confinamiento sobrevino a Mari Romero con todo preparado para dar a conocer su tercer libro. En estos momentos, aguarda una fecha idónea para realizar la presentación del mismo. Sin embargo, su relato ya ha comenzado a cobrar vida entre el público. Con la pasión y el sentimiento que le caracterizan, la autora legazpiarra nos ofrece un anticipo de ‘¿Por qué no nos dejáis entrar?’.

–¿Qué historia se esconde detrás de un título tan evocador?

–Detrás del título se esconde una realidad muy dura. Algo en lo que deberíamos pensar a menudo. Es lo que ellos y ellas se preguntan a diario. La cuestión no es por qué vienen, si no por qué no les dejan entrar. Este libro es, sobre todo, una historia de lucha, de perseverancia y también encierra la esperanza de que en este mundo exista gente que anteponga la libertad de una persona a cualquier frontera. El protagonista es un joven refugiado que narra su éxodo a una persona que le ofrece su tiempo y se une a su dolor. En la novela hay una parte de mí misma, de algo vivido realmente; otra parte es ficción, pero llega a ser tan real que podría ser la vida de cualquiera de estos jóvenes valientes.

–Sus trabajos siempre contienen el deseo de transmitir un mensaje, una emoción, un sentir… sobre aquellos temas que, por algún motivo, le tocan, conmueven o inquietan, en este caso ¿cuál era su propósito?

–El objetivo lo tuve claro desde el principio. Remover conciencias, sensibilizar. No es que en Legazpi la gente no esté concienciada con el problema. Me siento a gusto con la respuesta solidaria que mi pueblo da cuando tiene la oportunidad. Esto me satisface. Pero creo que aún queda mucho por hacer. Hace poco alguien cercano me dijo que, tras leer mi libro, ya no puede mirar de la misma manera a los refugiados, que cada vez que ve a uno con su carro hay algo que se remueve en su interior. Es entonces cuando yo me digo, «eso es Mari, eso es lo que querías». También hay una intención de integrarlos, de adjudicarles un lugar. Hacer ver que tienen un pueblo al que aman, unos padres que los quieren y los echan inmensamente de menos, hermanos y hermanas que los añoran y sufren por su ausencia. No son personas aisladas, no han llegado hasta aquí como si hubieran surgido de la nada.

–Tiene pensado destinar parte de las ganancias del libro a ayudar a las personas refugiadas. ¿De qué forma lo hará?

–Sí, parte de las ganancias van a ir para el Aita Mari, el barco de rescate de Salvamento Marítimo Humanitario, ya que lo necesitan más que yo. Soy consciente de que no voy a solucionar el problema, pero la situación en la que se encuentran es tan extrema que cualquier ayuda, por pequeña que sea, viene bien.

–Se trata de un libro al que pilló de lleno el confinamiento. Teniendo que posponer su presentación por una pandemia sin precedentes, ¿cómo ha sido para usted el proceso?

–Un tanto difícil. Le he dado demasiadas vueltas a la cabeza. Los libros ya los tenía para marzo y han estado confinados mucho tiempo. Cuando pasaron los dos meses de confinamiento, mi familia comenzó a pedirme libros. Luego hice un poco de publicidad con los amigos y amigas, las compañeras de trabajo y también lo llevé a diferentes librerías, de Legazpi y de otros pueblos.

–¿Tiene algún otro libro entre manos?

–Siempre tengo algo entre manos. Escribiendo me olvido de todo, siempre tengo algo que no me da tregua, algún problema, miedos, inseguridades, y mientras escribo dejo de lado todo y el tiempo se detiene. Solo existimos las palabras y yo. Además de una novela en castellano ya terminada, tengo bastante adelantadas dos en euskera. Ahora ando trasteando en lo que podría ser la segunda parte de ‘La casa de la Buhardilla’, donde relato la época en la que llegamos al barrio, mis experiencias, recuerdos, la rebeldía de la adolescencia, la juventud maravillosa, momentos históricos y políticos que viví… y también hay una parte enfocada ya desde la madurez, con un punto de nostalgia, pero con mucho humor.

–¿Hay algo más que quisiera transmitir en esta entrevista?

–Agradecer a Legazpi la respuesta que está teniendo con mi libro. Los comentarios, tanto en Facebook como personalmente, el ánimo y el cariño de mi gente cercana… Porque cuando te lanzas a la publicación de una novela no todo es un camino de rosas, también hay momentos de estrés y de nerviosismo. Por ello, ver que te paran en la calle y te hablan de tu libro es muy gratificante. También me gustaría mencionar la acogida que ha tenido la novela por parte de Hotz Legazpi. Me encanta su implicación.

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