Veintiocho inmigrantes podrían haber muerto en el naufragio de una embarcación en Almería

Se cree que en la patera hallada el martes viajaban 32 personas, cuatro de las cuales fueron rescatadas - Encuentran los cadáveres de cuatro polizones en las bodegas de un carguero desviado a Las Palmas

El Mundo, 23-02-2006

La inmigración sigue cobrándose vidas.En Almería, las autoridades sospechan que 28 inmigrantes podrían haber muerto en el naufragio de la patera que fue localizada el pasado martes frente a la costa. En Las Palmas, se hallaron ayer los cadáveres de cuatro polizones en las bodegas de un carguero procedente de Costa de Marfil.

El martes, una patera naufragó y cuatro de sus tripulantes fueron rescatados a unas 60 millas al sur del Cabo de Gata. Al parecer formaban parte de una expedición ilegal que trataba de llegar a España y fueron cayendo al mar debido al fuerte temporal.

Se conocía que al menos dos personas fallecieron, pero desde ayer se cree que serían 28 sin papeles los desaparecidos en total.Así, en la embarcación habrían viajado 32 inmigrantes.

El Cuerpo Nacional de Policía de Almería analizaba ayer las declaraciones de los supervivientes para determinar si hay o no desapariciones.Fuentes cercanas a la investigación explicaron a este periódico que los inmigrantes viajaban por el Mediterráneo «desde hace unos tres días».

Efectivos que participaron en la operación de rescate no quisieron aventurarse en dar la cifra exacta de posibles desaparecidos, pero sí reconocieron que los propios tripulantes de la patera comentaron que «murieron muchos».

«Está claro que en una embarcación no viajan sólo cuatro personas, pero hablar de 28 fallecidos no sería del todo prudente, al menos de momento», aseguraron a última hora de ayer las mismas fuentes.

El siniestro se registró el martes por la mañana. La tripulación del mercante griego Devón alertó a la torre de salvamento de que tenía a la vista una embarcación semirrígida ocupada por seis personas. El estado de mar gruesa existente en ese momento impidió a los marinos del buque auxiliar a los extranjeros. Decidieron quedarse en las inmediaciones hasta la llegada de los equipos de emergencia. A la zona partieron una lancha de intervención rápida y un helicóptero.

Los miembros de Salvamento Marítimo consiguieron rescatar con vida a cuatro inmigrantes, tres magrebíes y un subsahariano.A los otros dos no se les localizó (la tripulación del mercante aseguró que había visto cómo caían al agua), por lo que se llevó a cabo un rastreo por la zona.

A última hora de la tarde se suspendieron las tareas de rescate a causa de un fuerte viento. Dos de los cuatro rescatados fueron hospitalizados con síntomas de hipotermia.

Kilómetros más al sur, la tragedia se repetía en una embarcación de dimensiones considerablemente más grandes, en Canarias. Las bodegas del carguero C-Akabey, de bandera panameña, fueron una trampa mortal para cuatro polizones que intentaban buscar mejor suerte fuera de su país.

El barco salió el pasado día 6 de Costa de Marfil con destino a Trípoli (Líbano). Después de 10 días de travesía, sus tripulantes encontraron tres de los cuerpos, lo que motivó que el capitán se desviara a mitad de trayecto y buscara el puerto más cercano.El C-Akabey atracó ayer en Las Palmas de Gran Canaria y en la inspección llevada a cabo se descubrió un cuarto cadáver.

Los tres primeros cuerpos fueron envueltos por los propios marineros en plásticos y cinta aislante. Después fueron depositados en las cámaras frigoríficas del carguero. Sin embargo, el último cuerpo encontrado presentaba un avanzado estado de descomposición.

En un principio, se temió que hubiera más fallecidos, pero tras la inspección realizada por la Policía Nacional y el cuerpo de Bomberos de Las Palmas de Gran Canaria se comprobó que no era así.

Semillas de cacao

El C-Akabey llevaba en sus bodegas semillas de cacao que habían sido cargadas en Costa de Marfil. Tras el hallazgo, el capitán del buque dio aviso a las autoridades españolas, tal y como marca la ley, para desembarcar en la capital grancanaria. A las 10.15 horas, el carguero llegaba al Puerto de la Luz de Las Palmas.

Fuentes de la investigación barajan la posibilidad de que los polizones murieran de asfixia; circunstancia que será aclarada una vez les sean realizadas las autopsias a los cuerpos.

Tampoco se descarta la posibilidad de que los cuatro varones murieran intoxicados por la fumigación a la que fue sometido el buque antes de zarpar con la carga.

En cualquier caso, la muerte fue accidental, pues los hombres se colaron en el barco y se metieron en las bodegas sin imaginar el peligro que ello suponía, detallaron fuentes próximas a la investigación. Al parecer, todos los fallecidos son subsaharianos sin la documentación en regla.

Estaba previsto al cierre de esta edición que la embarcación granelera abandonara el puerto grancanario, ya que ni el capitán del barco ni ninguno de sus tripulantes tendrían relación con los hechos.