Inmigración. Francia

Francia recibió casi el doble de menores no acompañados en 2019 que en 2018

La Vanguardia, Redacción, 23-09-2020

París, 22 sep (EFE).- En 2019 hubo en Francia casi 54.000 personas sin permiso de residencia encerradas en centros de retención de inmigrantes, de los cuales 3.380 eran menores, el doble que el año anterior, cuando llegaron a Francia 1.429, indicaron este martes asociaciones de asilo francesas.

Esas organizaciones de ayuda a refugiados presentes en los 23 centros de retención del país denunciaron en su informe anual, presentado en rueda de prensa, que el número total de personas encerradas ha aumentado en un 23 % en un año.

Según su estudio, más de la mitad de los nuevos inmigrantes se encuentran en los departamentos de ultramar, principalmente en la isla de Mayotte, donde 3.000 niños están en situación irregular.

“La mayoría no tiene padres y son asignados a otros adultos que, a menudo, acaban traficando con ellos”, aseguró Fahd Nouroudine, representante de Solidarité Mayotte.

“La administración continúa violando los derechos de los migrantes y la justicia lo ignora”, lamentó el experto de la asociación Cimade David Rohl, que añadió que el 15 % de quienes salieron de la cárcel el año pasado fueron trasladados a estos centros.

Los argelinos son la nacionalidad predominante entre los ocupantes de esos centros (15,5 %), por delante de los albaneses (9,4 %), marroquíes (8,7 %), tunecinos (7,8 %) y rumanos (5,1 %).

Francia sigue siendo el país de la Unión Europea que más tiempo tiene encerrados a los migrantes, según el comunicado, que indica que el Gobierno está construyendo nuevos centros en Lyon, Burdeos y Orleans.

La duración máxima de retención ha aumentado de 7 días en 1981 a 45 en 2011 y a 90 en 2019, cuando, según las asociaciones, 843 personas fueron retenidas más de dos meses y, en concreto, al menos 245 estuvieron encerradas durante ese periodo sin justificación judicial.

“La política que empezó a marcar Francia en 2018 alargando los encierros y degradando las condiciones en las que viven estas personas está provocando revueltas, problemas psiquiátricos, enfermedades e incluso algunos casos de suicido entre los recluidos”, denunció Delphine Rouillault, de France Terre d’Asile.

La crisis sanitaria, coincidieron en señalar las asociaciones, no ha hecho más que agravar la crisis migratoria.

Esas ONG alertaron de que, ante la dificultad de repatriación por la pandemia, el Ejecutivo francés utiliza estos centros para encerrar a personas sin papeles que ya han cumplido su condena, de manera que les hacen asumir “el papel de prevención del orden público”.

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