MÚSICA Gloria Estefan: "Los latinos estamos en la mirilla en Estados Unidos"

El Mundo, VANESSA GRAELL @VaneGraell Barcelona, 30-07-2020

Gloria se enfrenta a Gloria. Vuelve a entonar sus canciones más conocidas, aquellas que le han hecho ser Gloria Estefan (Mi tierra, Conga, Abriendo puertas, Más allá…). Pero de una manera diferente: con ritmos brasileños. Una reescritura musical entre São Paulo y Miami, una revisión de sí misma a sus 62 años, en plena forma, cuando ya ha vendido más de 100 millones de discos, ha estado en el número 1 decenas de veces y ha ganado siete premios Grammy (por ahora). Siete años después de su último disco, The standards, Gloria Estefan vuelve con Brazil305, que Sony lanza el 13 de agosto. Con su acento spanglish, habla desde su casa de playa en Vero Beach, a 240 kilómetros de Miami, donde se mantiene conectada con su familia y juega a distancia a realidad virtual con su nieto Sasha.

Nunca había estado tantos años sin sacar disco…
En realidad, en 2016 toda la música estaba lista para que la grabara. Pero mi madre enfermó y falleció. Para mí fue imposible cantar. No podía plasmar la tristeza que sentía en estas canciones. Esperé hasta que pude poner el tono de alegría que quería.
¿Y por qué Brasil?
La música brasileña es compleja y bella. Comparte con la cubana sus raíces yoruba y africanas. En 1982, con Miami Sound Machine sacamos el disco Río y escribí en español canciones que eran éxitos en Brasil, como Lança perfume de Rita Lee, que convertí en Baila conmigo. Funcionó muy bien. En Sony me propusieron trabajar en mis grandes éxitos e indagar en las raíces que los unen a la música cubana y latina. Escogimos 11 temas y los grabamos en puros ritmos brasileros, además de cuatro inéditos.
Sigue sonando muy a Gloria Estefan…
¡Sí! Salvo que Conga ahora es Samba… Y Mi tierra quedó… Oh, my god, espectacular! No quería dañar un tema tan popular y que ha recibido tanto amor de la gente.
Ahora la música latina suena en todas partes y hasta es mainstream, pero en los 80 no era así. ¿Se siente pionera en la introducción de los ritmos latinos en Estados Unidos?
Los primeros que abrieron las puertas en los años 50 fueron Babaloo, que en plena televisión americana cantaban temas afrocubanos. Carlos Santana o José Feliciano fueron grandes ejemplos de latinos en un mundo puramente americano. Musicalmente, nosotros siempre hemos hecho lo que sentíamos en el corazón. Exploramos nuestras raíces en la música cubana, el merengue, la bomba de Puerto Rico… Esa fusión nos dio la oportunidad de hacer algo distinto de lo que sonaba en Nueva York en los 80. No pensé que era una pionera, pero abrimos la puerta para los que venían, eso sí me llena de mucha satisfacción.
¿La puerta se ha abierto tanto como para que lo latino ya sea parte de lo americano?
Bueno… No tanto. El reguetón es el sonido global y se escucha en todas partes del mundo. Pero en Estados Unidos hay una diferencia muy grande entre el pop americano y el resto. Sí, Despacito entró muy fuerte, pero no es lo normal.
¿Respecto a los 80, cómo es ser latino hoy en EEUU?
Es como una ola: un péndulo que nunca cae en el centro, nunca hay balance. Vamos de un extremo a otro. En los 70 y 80 estábamos rompiendo barrerasy hoy pasamos un momento políticamente difícil con el miedo y el tema de la inmigración. El Gobierno ha tratado de cerrar DACA [el programa que protege a los jóvenes indocumentados que llegaron de niños], ha perseguido a los dreamers… Gracias a Dios que la Corte Suprema lo paró. Ser latino en Estados Unidos se ha hecho difícil, estamos en la mirilla. En 2025 vamos a ser más de una cuarta parte de la población de EEUU. Hay que mantenerse fuerte y seguir defendiendo nuestra imagen, las contribuciones que hacemos a este gran paísy la fuerza política y económica que somos.
En 2015, cuando Trump amenazaba con construir el muro en México, lanzó con Shakira y Thalía ’We’re all mexican’. Cinco años después sigue vigente…
Más que nunca. We’re all mexican quiere decir que todos somos iguales. En ese momento Trump atacaba a los mexicanos y quería poner un muro en la frontera. Pero en cualquier momento es el colombiano, el cubano, el venezolano… Ellos no diferencian entre los latinos, es todo lo mismo. Por eso es importante elevar la imagen latina en EEUU. Cuando saqué el disco de Mi tierra me hizo feliz que todos los latinos, no importa de donde fueran, se sentían identificados, como si esa canción fuera de ellos…
¿Por eso hace dos años la revista TIME la escogió como uno de los cinco refugiados que han cambiado la historia moderna de América, junto a políticos como Madeleine Albright o Henry Kissinger…?
Guau… Fue un honor. No es algo que pensábamos que podía pasar. Da que pensar que hemos hecho algo más que música…
Siempre ha usado su voz para algo más que cantar. Y aún denuncia las injusticias, sea en Cuba o EEUU.
Cuando fui a la universidad hice un curso sobre Literatura del Holocausto. Me interesaba tratar de entender cómo los seres humanos nos hacemos cosas tan horribles, en nombre de lo que sea. La profesora era una superviviente de Auschwitz, la habían violado y sufrió cosas horribles. Salía llorando de esa clase… Pero aprendí que el silencio es el enemigo número uno de la justicia. Una lección que aún aplico. No me meto en todo, a mi edad me he dado cuenta de que hay batallas que no vale la pena librar porque hay cosas que no cambiarán. Pero creo firmemente que hay que levantar la voz contra las injusticias cuando podemos hacerlo.
Han pasado más de 20 años desde ‘Cuba Libre’, uno de sus grandes hits. Y aunque ya no está Castro, ¿ve muchos cambios en Cuba?
Ahora hay celulares y, sí, hay más internet… Pero el otro día arrestaron a un niño de 14 años por algo que puso en sus redes. La cosa sigue difícil. No están los Castro al pie de la letra, pero Raúl sigue vivo y toda su gente sigue ahí, controlando el país. Dicen que hay elecciones libres, ¡pero porque sólo hay un candidato! Claro, eres libre de votar a un solo candidato. Es una isla, es muy fácil mantenerlos encerrados y congelados en el tiempo. Pienso mucho en Cuba. Sobre todo cuando me doy una ducha de agua caliente y con mucha presión, algo que ellos no pueden hacer. A los cubanos se les va el agua, la electricidad, tienen que salir diariamente a sobrevivir, a buscar comida para su familia… Cuba es mi tierra natal aunque ya llevo aquí 60 años.
¿Qué espera de las elecciones en EEUU?
Soy una persona optimista y creo que todo saldrá como tiene que salir. Lo mejor sería que todo el mundo votara por correo porque la situación no va a mejorar de cara a noviembre…
¿Podría haber otro gobierno de Trump? Nadie imaginaba el primero.
Uf, por imaginar, todo es posible. Vivimos tiempos en los que no sabes qué puede pasar. Hasta Kayne West se postula y da mítines…
Y ya puestos, ¿no se postula usted?
Ay, por Dios, eso sería lo último. Tenemos mucho más poder a nivel personal como ciudadanos. Eso es una olla de grillos, es mortal. Prefiero tratar de inspirar con mi música de una forma positiva.
¿Cómo ha vivido la gestión del Covid-19?
No hay un plan nacional, cada Estado hace lo que quiere. El gobernador de Florida no quería cerrar y las playas estaban llenas. Esta locura se ha propagado enormemente, los hospitales están llenos… Son momentos difíciles. Sé que en España también lo pasaron muy mal… Acuérdense de que están en mi corazón, he sufrido mucho todo lo que están pasando ahí.

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