UNA SUPERPOTENCIA EN HORAS BAJAS

Las estatuas del bien y del mal

El Gobierno de Estados Unidos crea una fuerza especial para proteger los monumentos que simbolizan la esclavitud y la represión

La Vanguardia, , 03-07-2020

Hay estatuas y estatuas. No es la hora del juicio final para todas ellas.

A una de las parejas de leones más famosa que existe, los dos ejemplares que custodian la biblioteca pública de la Quinta Avenida de Manhattan, les caen felicitaciones. En esta época de coronavirus y de solidaridad con los otros, se han puesto la máscara para dar ejemplo.

Por lo mismo, también recibe congratulaciones Eleanor Roosevelt, la que fuera esposa del presidente Franklin Delano Roosevelt. Su elegante figura metálica en el Upper West Side luce el cubre bocas, que se va cambiando según las fechas. Hace unos días lucía la del arco iris del poder gay. “Este es el recordatorio de que os pongáis la máscara. Por favor, no os llevéis la mía”, dice la nota a mano firmada con las iniciales ER.

Pero no todas estas figuras que hablan sin hablar se hallan tan en sintonía con estos tiempos. Hay estatuas del bien y del mal.

Al ecuestre y gigantesco Theodore Roosevelt, que precedió en la presidencia al primo lejano que se casó con Eleanor, le han condenado al ostracismo. Lo sacarán, junto a sus dos sumisos acompañantes (un afroamericano y un nativo), de la escalinata de acceso al museo de Historial Natural, a pesar de las peregrinaciones en su defensa que realizan ciudadanos blancos, muchos ataviados con gorras y carteles trumpistas .

Estados Unidos vive una catarsis nacional desde el pasado 25 de mayo, desde que la rodilla del policía blanco Derek Chauvin dejó sin resuello sobre el asfalto de Minnneapolis al negro George Floyd, que falleció suplicando en vano “no puedo respirar”.

Esa muerte ha provocado una agitación en las calles contra la brutalidad policial con los negros y en la lucha por la igualdad y un sistema judicial sin los prejuicios por el color de la piel.

Richmond descabalga sin honores al general confederado Stonewall Jackson, uno de los últimos caídos

El foco, sin embargo, se ha extendido a las estatuas que para muchos representan la esclavitud y la represión. En Misisipi han aprobado esta semana borrar de su bandera los símbolos confederados. En Richmond, la capital de Virginia, este miércoles sacaron la estatua de general Stonewall Jackson, convirtiéndose en el último monumento de los sudistas que pierde su pedestal en este ajuste de cuentas nacional.

“Cayó el muro de Berlin y también cayó el sistema”, afirmó durante el descabalgamiento el alcalde demócrata Levar Stoney, afroamericano de 39 años. “Ahora, para nosotros, como líderes electos, y junto a nuestra comunidad, debemos desarrollar el trabajo de acabar con el racismo sistémico que encontramos en todo lo que hacemos”, señaló.

Sus palabras son el reverso de lo que difunde el presidente Donald Trump, quien, tuit a tuit, parece más preocupado por las reliquias de los símbolos del pasado que por la realidad de muchos ciudadanos, en especial, todos aquello que no le votan.

Esta semana, un periodista formuló esta pregunta en la sala de prensa de la Casa Blanca: “¿Cree el presidente Trump que fue algo bueno que el sur perdiera la guerra civil?”. Kayleigh McEnany, la portavoz, respondió: “Tu pregunta es absolutamente absurda, él está muy orgullo de Estados Unidos de América”.

Esa cuestión no hace, sin embargo, más que reflejar un estado de opinión muy extendido.

Todavía no se conoce ninguna iniciativa seria de Trump para combatir el racismo. Sin embargo, el departamento de Seguridad Nacional anunció el miércoles una nueva fuerza policial que se centrará en “la protección de memoriales estatuas y monumentos”. Según Chad Wolf, secretario interino de Seguridad, el departamento responde a la petición del presidente en su petición de solicitar a las fuerzas de seguridad “la protección de nuestros hitos históricos”.

La llamada fuerza de protección de “las comunidades americanas” dispone de capacidad para desplegar efectivos en caso de potenciales movimientos de agitación, tarea que realizará en cooperación con el departamento de Justicia y el de Interior.

Trump califica de “símbolo de odio” el mural de Black Lives Matter previsto frente a su torre de Manhattan

El posicionamiento de Trump queda claro, además, en su amenaza con el veto a una propuesta de los dos partidos, impulsada por el Pentágono, para cambiar el nombre de las bases militares que rinden tributo a los confederados. Legisladores republicanos urgen al presidente a aceptar esta iniciativa de consenso.

El presidente tiene otras preocupaciones. En su tuit arremetió contra el Ayuntamiento de Nueva York por permitir que frente de su torre de la Quinta Avenida se pinte un mural en homenaje a Black Lives Matter. Para Trump, “es un símbolo de odio”.

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