Nuevas protestas

Incendian el cuartel de Minneapolis donde trabajaban los policías que detuvieron a George Floyd

La policía adoptó la táctica de abandonar el precinto ante la presión de las protestas

La Vanguardia, Francesc Peirón, 29-05-2020

Una imagen definió la gravedad de tercera noche de protestas violentas en Minneapolis. Los manifestantes se hicieron con las instalaciones y prendieron fuego al edificio del tercer precinto de la policía, al que pertenecían los cuatro agentes que detuvieron al afroamericano George Floyd, de 46 años. Un vídeo grabó cómo Floyd estaba esposado e inmovilizado en el suelo, mientras uno de los uniformados, Derek Chauvin, mantenía su rodilla sobre el cuello del detenido, que gritaba “no puedo respirar”. Murió en el hospital.

La violencia de la policía contra los negros vuelve a estar en el foco en un país que sufre la epidemia del racismo, una lacra profunda por el legado de la esclavitud.

A pesar de las llamadas de paz del alcalde de la ciudad, Jacob Frey, quién dijo entender la rabia y la tristeza de la comunidad afroamericana, y de la activación de la Guardia Nacional por el gobernador Tim Walz, por primera vez en 34 años, las concentraciones de este jueves y madrugada del viernes todavía tuvieron mayor carga de ira. En las horas previas, los responsables de Justicia federales y estatales aseguraron que investigarán a fondo, aunque matizaron que “es demasiado pronto” para proceder a imponer cargos y practicar detenciones.

Pero esto es precisamente lo que quieren los manifestantes, que se haga justicia. No entienden el doble rasero. En general, incluso desde sectores políticos, se insistió en que cualquier ciudadano, sobre si es negro, ya estaría encarcelado en caso de haber participado en un acto como el que precedió a la defunción de Floyd.

La rueda de prensa en la que los fiscales anunciaron que han de ver otros vídeos y buscar más pruebas no hizo más que echar gasolina a la hoguera de las dos noches anteriores. “Ni sin vídeo ni con vídeo, los policías parecen intocables”, lamentó una de las participantes en la protesta en los momentos previos a que un grupo de manifestantes se empleara en otra noche de saqueos y de incendios. “¿Qué más pruebas quieren para iniciar una causa judicial?”, se planteó esa mujer.

El propio alcalde Frey incidió en la anomalía de que los policías sigan en libertad y sin que se haya presentado cargos. “Si lo hubiese hecho uno de vosotros o yo, nos habrían puesto detrás de las rejas en diez minutos”, criticó el alcalde. Dentro de su capacidad de mando, Frey dio el despido a los cuatro uniformados implicados en el detención de Floyd. “Ese vídeo es una ejecución antes nuestros ojos”, subrayó Nancy Pelosi, jefa de la mayoría demócrata en el Congreso, desde Washington.

Chauvin, con 19 años de experiencia, acumulaba al menos 18 quejas en el departamento de asuntos internos. Casi todas hacían referencia a un abuso de la autoridad y al mal trato verbal, en especial contra los afroamericanos. Llueve sobre mojado. Minneapolis tiene un pasado con numerosos casos de brutalidad policial contra los negros.

Las protestas se expandieron este jueves por diversas ciudades de Estados Unidos, de Nueva York, con unos 40 detenidos, a Los Angeles, pasando por Denver, donde se escucharon disparos cerca del Capitolio. Pero las más coléricas se registraron en Minneapolis, donde ocurrió esta nueva tragedia propiciada por la brutalidad policial hacia los negros, y en Saint Paul, las dos llamadas ciudades gemelas de Minnesota y que componen el área metropolitana.

La situación más espectacular, sin duda una demostración de fuerza de los concentrados y de la retirada uniformada, se produjo con el asalto al cuartel policial. Los agentes ya lo habían abandonado, tras dos jornadas de presión. A los signos de victoria por la toma del inmueble, le siguió que le prendieron fuego desde varios puntos, lo que hizo que las llamas se propagaran toda la instalación.

“¿Cuál es tu nombre”, coreaban los concentrados. Y respondían, “George Floyd”. Otros gritos reiterados: “No puedo respirar” o “jódete Donald Trump”. La policía adoptó la táctica de abandonar el precinto ante la presión de las protestas. Las cámaras mostraban un vacío total de las fuerzas de seguridad en esa zona, donde había otros incendios. Solo se escuchaba el ruido del vuelo de helicópteros.

Sin embargo, los antidisturbios recurrieron a los gases lacrimógenos y las balas de goma para disuadir a los manifestantes en otros lugares de esta ciudad y de Saint Paul.

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