En Lleida

Preocupación de jóvenes migrantes temporeros por perder el trabajo excepcional por el coronavirus

A pesar de no tener permiso laboral han podido ser contratados a raíz de una medida del Gobierno por la crisis sanitaria pero el plazo acaba a finales de junio

La Vanguardia, Rosa Matas, 25-05-2020

Soulayman Chelh tiene 18 años. Llegó a España en patera y trabaja en la viña Finca San Miguel, en Raimat (Lleida). Es uno de los jóvenes de entre 18 y 21 años que han podido empezar a trabajar en el campo como temporeros a pesar de no tener permiso de trabajo, una medida impulsada por el Gobierno para facilitar la contratación de mano de obra en el campo por la crisis del coronavirus. El plazo de esta vía se termina el 30 de junio. La otra es conseguir un contrato de un año, algo no fácil de alcanzar. Varias empresas de Lleida quieren contratarles en las mismas condiciones después de esa fecha pero no podrán hacerlo.

“Necesito el contrato, es lo que más me importa. Llegué con la patera de Marruecos. Tengo 18 años cumplidos el mes pasado, a ver si se puede alargar este plazo”, cuenta Soulayman en Gimenells, el pueblo de Lleida en el que vive, en una vivienda de la Fundación Privada Obra Tutelar Agraria, entidad colabora con la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA) en la atención a menores. Tiene un centro en Lliçà de Vall (Barcelona) y dos pisos Gimenells en (Lleida).

También trabaja en la viña Younes Kessi. Él es menor de edad, tiene 17 años. Llegó a España hace dos años y cuatro meses y le gustaría seguir trabajando en el campo. “El 30 de junio lo mejor para mí es quedarme trabajando donde estoy si hay contrato, sino buscar, otra cosa y si no hay, pues mal,”, cuenta. En agosto cumple 18.

El el centro de Gimenells viven menores extranjeros que llegaron a Catalunya sin familia. Cuando cumplen 18 pasan a otros centros de extutelados pero la epidemia de la Covid-19 les ha impedido los movimientos. La responsables de las Vivendes de Santa Maria de Gimenells, Marta Angrill, cuenta que son chavales que “se lo están currando mucho”, por lo que sería una pena que en julio se quedaran sin papeles.

David Jofre es educador de ISOM, una entidad colaboradora de la Generalitat y que se centra en jóvenes extutelados. El también busca trabajo para algunos de los jóvenes que se alojan en sus pisos, como Marouane Chraga, un joven de 20 años que llegó a España agarrado a los bajos de un camión y que ahora está sin trabajo.“Las lluvias destrozaron la cosecha de cereza, yo recogía en Mequinenza. Ahora busco otro sitio, ojalá podamos trabajar sin contrato de un año después de junio”, afirma.

Como Chraga, 270 jóvenes mayores de edad, que llegaron sin sus padres cuando eran menores, se han dado de alta para trabajar en el campo en Catalunya, según el coordinador provincial del Area de apoyo a los jóvenes extutleados, Ismael Gonzálezm y el jefe del Servicio Territorial de Ocupación en Lleida y Alt Pirineu i Aran del Servei Públic d’Ocupació de Catalunya, Joan Santacana. En Lleida son 65.

Hay empresas de Lleida que les contratarían si pudieran ofrecerles un contrato de cuatro o cinco meses que dura la recogida de fruta en la provincia. La Fundación Pagesos Solidaris de Unió de Pagesos asegura que ya han hecho llegar al Gobierno su petición para alargar ese periodo. El coordinador de la oficina de Lleida, Sebas Notario, destaca que muchas empresas están pidiendo poder contratar a estos trabajadores durante todo el tiempo que dure la campaña.

Coronavirus
Temporeros atrapados por las restricciones de movimiento

Son muchos los temporeros que no han podido reincorporarse a las actividades agrícolas en Lleida como el aclareo de la fruta o la recogida de cereza por las restricciones de la epidemia. Uno de ellos es Saliu Soww, que desde hace cinco años trabaja cada campaña con el presidente de Afrucat, la Asociación Empresarial de Fruta de Catalunya, Francesc Torres. Cuando comenzó la pandemia quedó atrapado en Tambacounda, en Senegal, su país y no ha podido viajar a Lleida para trabajar en la campaña de la fruta como ha hecho los últimos años en Torrelameu. Ha cambiado varias veces los billetes. “Iba a ir en abril, pero necesito empezar a trabajar ya”, lamenta Saliu, que ahora tiene el próximo billete para julio.

Según el presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, se han dado de alta 6.000 trabajadores ya en la campaña de la fruta.

El director general de la empresa de Alcarràs Fruits de Ponent, Josep Presseguer, asegura que aunque no han podido contar con los trabajadores de Colombia y Rumanía de otros años, en la cooperativa no habrá problemas de mano de obra porque todos los días llegan personas dejando el currículum. “Hemos notado que este año se ha recuperado el colectivo de estudiantes, cada vez tenemos más, afirma Presseguer.

A medida que avanza la campaña, son más los temporeros que se desplazan a Lleida sin tener un contrato o un lugar donde dormir. Detrás de cada temporero hay una historia distinta. Los que tienen permiso de trabajo son muchos y también lo son los que no lo tienen y confían en trabajar.

Se han dado de alta 6.000 temporeros para trabajar en la campaña de la fruta en Lleida

La plataforma Fruita amb Justícia Social señala que son más de 150 los que duermen en la plaza del Depòsit en Lleida, una cifra que el Ayuntamiento sitúa por debajo del centenar.

El relato del portavoz de la campaña Regularización, Serigne Mamadou, que explica en Youtube las malas condiciones en las que viven los temporeros en medio de la pandemia ya se ha hecho viral en las redes sociales. En el vídeo explica que habrá muchos trabajadores sin papeles y su conversación en Instagram con el actor Paco León cuenta con más de 230.000 reproducciones.

En declaraciones a La Vanguardia, Serigne Mamadou ha contado que son unos 150 los temporeros que duermen al raso en el Centre Històric de Lleida. “Hay gente que nos trae comida, familia y gente maravillosa”, explica. También dice que la mayoría de los temporeros sin papeles cuando trabajan cobran 25 euros por trabajar “todo el día y tienen que pagar 5 euros de coche”.

Algunos albergues municipales en las zonas de fruta más tempranas se están reservando para temporeros que hayan estado en contacto con enfermos de coronavirus y todos los que den positivos serán trasladados al Hotel Rambla, en el centro de Lleida.

El alcalde de Alcarràs, Manel Ezquerra, afirma que los ayuntamientos del Baix Segre han hecho su trabajo al poner a disposición de la Conselleria de Salud de los albergues”. En algunos municipios se ha utilizado polideportivos. Alcarràs lo ha evitado afirma el alcalde “porque está muy cerca de la mayor residencia de ancianos de la provincia”

Para el portavoz Fruita amb Justícia Social, esta reacción de los alcaldes para disponer de los albergues para personas que hayan tenido contacto con temporeros positivos de coronavirus dejará en la calle a centenares de trabajadores en muchos pueblos.

El Ayuntamiento anunció hace unos días que abrirá el albergue para la campaña el 1 de junio en las instalaciones de Fira de Lleida. Por otro lado, esta misma semana, Cruz Roja, Arrels-Sant Ignasi y Cáritas Diocesana han abierto ya un albergue para temporeros en los locales de la iglesia San Ignasi de Lleida en el que colabora la Plataforma Fruta con Justicia Social con capacidad para solo diez personas.

Las medidas para aislar en albergues a los temporeros que hayan estado en contacto con un positivo por coronavirus podría dejar en la calle a centenares de trabajadores

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