Cinco mujeres y sus cinco hijos menores que llegaron en patera a la costa de Gran Canaria el pasado miércoles han sido trasladadas a la comisaría de Fronteras de la Policía Nacional en el Puerto para que pasen la cuarentena de 15 días establecida por el Ministerio de Sanidad para todas las personas que lleguen del extranjero.

Esta situación está generando problemas a la Delegación del Gobierno para ubicar a estas personas, dado que se han suspendido las repatriaciones y las organizaciones colaboradoras tienen todas sus plazas ocupadas. Desde el domingo han arribado a las islas un total de 112 personas que han sido trasladadas en un primer momento a distintas comisarías. De la embarcación que llegó el domingo, 17 inmigrantes permanecieron en los calabozos de la Policía Nacional en Maspalomas hasta que, casi 72 horas después, fueron acogidos por la ONG Oportunidades de Vida en su albergue de Tafira Baja. Otros 17 adultos que llegaron el lunes permanecían en la comisaría de la Jefatura Superior de Policía, el mismo destino al que se trasladó a 18 hombres y seis mujeres que tocaron tierra el miércoles. Las cinco mujeres que llegaron con sus hijos menores están en la comisaría de Fronteras. Los menores que viajaban solos se encuentran en los dispositivos de acogida del Gobierno de Canarias.

Por otro lado, el Ejecutivo aprobó ayer, en Consejo de Gobierno, la tramitación de emergencia del dispositivo de atención inmediata a menores extranjeros no acompañados en Moya (Gran Canaria), dependiente de la Dirección General de Protección a la Infancia y la Familia, por un importe máximo de 296.100 euros.

Esta adquisición se incluye en la red de centros de atención de acogida inmediata para menores a fin de garantizar la atención y acogida de estos menores y que el Gobierno canario decidió impulsar con el fin de «no saturar» su red de hogares. Esto también fue lo que motivó la apertura de un centro de acogida de menores extranjeros en la isla de Fuerteventura, con capacidad para 35 chicos.