España no recuperará el empleo perdido por la crisis hasta el 2025

Un estudio de Manpower apunta que un 25% de los afectados por erte pueden acabar en el paro

El Periodico, Max Jiménez Botías, 22-05-2020

En pleno fragor por la conveniencia o no de una derogación total de la reforma laboral, la recuperación del empleo tras la crisis sanitaria en España se evidencia como un nuevo problema a superar. Será más lenta de lo que se puede suponer. Los cambios económicos generados por la lucha contra la pandemia van a tener una consecuencia en el empleo que puede ser irreversible en los sectores que más han sufrido la crisis y que tendrán que aplicar cambios para superarla. Así, no es previsible que el nivel de empleo del 2019 se recupere antes del 2025, según las proyecciones de empleo de grupo Manpower, que en su estudio ‘La crisis del empleo del covid-19: balance del choque ocupacional marzo-abril 2020 y perspectiva’, considera que el volumen de empleo perdido en el 2020 puede acabar siendo de 2,3 millones, con solo que el 25% de los ertes que se han aplicado hasta ahora se acaben convirtiendo en expedientes definitivo de desocupación, en eres.

Según el catedrático de la Universitat Auònoma de Barcelona (UAB) Josep Oliver, que elabora el informe, España podría tardar casi una década en recuperar la pérdida ocupacional provocada por la covid-19, según se desprende de los datos de afiliación a la Seguridad Social coincidiendo con la crisis sanitaria.

Los 883.000 afiliados perdidos (4,6%) entre el 28 de febrero y el 31 de abril, equivalen a la pérdida registrada en los nueve primeros meses de la crisis financiera, desde septiembre del 2008 a marzo del 2009 o los dos primeros años de la crisis de 1991-94. En una hipótesis de mejora de la actividad durante la segunda mitad de 2020, se habrán destruido 1,5 millones de empleos en 2020, sin tener en cuenta los 1,2 millones de autónomos que han solicitado prestación por cese de actividad, y los 4 millones de profesionales incluidos en ertes.

Recuperación en ‘V’
Según Oliver, si se confirma que el perfil de la crisis es en forma de una ‘V’ particularmente aguda, en el 2021, deberíamos asistir a una mejora de la ocupación, quizás en el entorno del 2%, sin embargo, y en la hipótesis que en el próximo año un 25% de los ocupados protegidos hoy en el esquema de erte terminaran perdiendo su empleo, tendremos que esperar hasta 2026, para reabsorber las pérdidas de ocupación provocadas por la pandemia.

Oliver ha precisado que tanto la Unión Europea como el Banco Central Europeo (BCE) “están más que preocupada por el desarrollo de la crisis por una magnitud que no se había visto jamás. Es indicativa de que el colapso de la actividad y pérdida de ocupación excede todo lo visto”.

El estudio pone de manifiesto que el sector que más ha contribuido a la pérdida de afiliación es el de restauración, que entre febrero y abril, han retrocedido un elevado –10,5% (ha perdido 136.000 afiliados), y aportado el 17,2% de la pérdida de afiliación en estos dos meses. A continuación, destacan las actividades de construcción especializada y la construcción de edificios que, conjuntamente, acumulan un retroceso de 130.000 empleos, lo que explica el 16,5% de la destrucción de afiliación. Finalmente, el comercio al por menor, excepto vehículos de motor y educación, también ha reducido sus afiliados de forma intensa (un 3,4%, 63.000 afiliados), mientras que la educación se ha contraído más (un 5,1% y 56.000).

Sectores condicionados
Se trata de sectores que no van a poder recuperar rápidamente el empleo perdido, considera el informe. En primer lugar porque la inmigración va a frenarse en seco. “Estará ausente en los próximos años”; el crecimiento agregado se reducirá como consecuencia de la caída de la inversión; se producirán cambios estructurales en comercio, hotelería y restauración que apuntan a una menor contratación, entre otras razones porque se acelerarán los procesos de robotización y trabajo a distancia para proteger a las personas de posibles epidemias.

Raúl Grijalba, presidente ejecutivo de Manpower ha abundado en la persistencia de la crisis en el empleo. En este sentido, ha recordado Han desaparecido 200.000 empresas en ochos semanas. Y ha precisado que “las empresas que no puedan invertir para tener a sus clientes conectados puede verse obligadas a cerrar”. Considera que otras 150.000 empresas pueden desaparecer, con el efecto en el empleo que eso puede tener.

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