Peio García Amiano: «En Moria no hay cortafuegos, si entra el virus arrasa con todos los refugiados»

Zaporeak sigue dando de comer a los refugiados más vulnerables, con un equipo limitado en Lesbos, y gestionando el envío de alimentos desde casa

Diario Vasco, ESTRELLA VALLEJO , 08-05-2020

Mantener la distancia social y la higiene en Moria para evitar el Covid-19 es como un chiste de mal gusto. El campo más grande de Europa, donde viven más de 22.000 refugiados pese a haber sido creado para 3.000, se encuentra en la isla griega de Lesbos. La ong guipuzcoana Zaporeak lleva allí un año ofreciendo a diario 1.500 raciones a los más vulnerables. En estos tiempos, uno de los fundadores, Peio García Amiano, gestiona desde casa el envío de alimentos mientras un grupo reducido de voluntarios trata de mantener la actividad sobre el terreno.

- ¿Han podido mantenerse fieles a su cita pese a las restricciones por el Covid-19?

- Desde el inicio nos dieron un permiso para seguir con la actividad al entender que desempeñamos una labor esencial, y durante este tiempo no solo nos hemos mantenido fieles a la cita, sino que hemos aumentado el número de raciones y ya rondamos las 2.000 diarias. Además, como la comida que entrega el Gobierno griego sigue siendo incomible y los refugiados no pueden salir de Moria ni acercarse a hacer sus pequeñas compras a la capital, Mitilene, estamos entregando comida seca a la ong Movement on the ground y ellos se encargan de repartir entre otros colectivos de refugiados legumbres, arroz, dátiles o leche para que cada uno lo cocine en su hornillo.

- Por suerte, el coronavirus no hay llegado a Moria, de lo contrario hubiera sido devastador.

- De momento no, y menos mal. Desde el 16 de marzo no pueden salir de los campos y hay controles en los accesos. Por una parte, reduces el riesgo de contagio, pero por otro, se agrava la situación en la que ya estaban. Tienen un grifo por cada 1.300 refugiados, carecen de duchas, la mayoría no tienen ni inodoros a su alcance, viven rodeados de basura, que ellos amontonan pero que las autoridades no recogen, y por mucho que traten de mantener una higiene, las condiciones en las que viven no se lo permiten. Una ong de médicos con la que también colaboramos ha montado un ‘hospital’ por si hubiera algún contagio, y de momento no ha habido que usarlo. Si hay un solo caso, se contagiarán uno tras otro. En Moria no hay cortafuegos, y los refugiados están asustados.

- Zaporeak decidió no enviar más voluntarios. ¿Qué medidas de seguridad han tenido que adoptar?

- Desde el inicio decidimos reducir el equipo de cocina. De 12 personas, a 7: cuatro personas refugiadas que ya colaboraban con Zaporeak, dos voluntarios del País Vasco y Malen Garmendia, como coordinadora. Al ser un equipo que conoce la dinámica han conseguido llegar a los objetivos, haciendo mucho más hincapié en la higiene, aunque ya se hacía: desinfectando tarros, cajas y trabajando con guantes y mascarillas, igual que aquí.

- ¿Han tenido dificultades con el suministro de alimentos?

- Los proveedores de fruta, verdura y carne locales siguen operativos y nos suministran con normalidad. Donde sí hemos visto un gran problema es en los eventos de recogida solidaria muy potentes que teníamos previsto celebrar aquí y que por el estado de alarma hemos tenido que cancelar. Pero gracias a empresas de alimentación que nos han ido mandando palés, enviamos hace unas semanas un primer contenedor de comida, ayer enviamos otro y tenemos previsto mandar próximamente un tercero. Al menos nos está sirviendo para mantener uno de nuestros objetivos que es incrementar de una a tres las raciones de carne semanales. Son más caras, pero les hace mucha falta.

- Si los campos están cerrados, ¿qué sucede con los refugiados que siguen intentando cruzar el Egeo en bote desde Turquía?

- Las nuevas llegadas se han reducido bastante. A Lesbos llegaron en enero 1.810 personas; 519 en febrero; 860 en marzo y en abril solo 39. Se publicó una información sobre que se había registrado algún brote en un campo turco y puede que Turquía esté controlando más las salidas. Pero a todos los que han pisado Grecia a partir del 16 de marzo los dejan en las playas hasta que pasen la cuarentena, sobre todo a los que llegan al norte de la isla.

«Tratan de mantener la higiene pero es inviable. Hay un grifo por cada 1.300 personas, la mayoría no tiene inodoro ni ducha»
FALTA DE HIGIENE

«Hemos logrado acudir a nuestra cita diaria, e incluso dar más raciones: 2.000 menús además de comida seca a otras ONGs»
EN TIEMPOS DEL COVID-19

«Hemos tenido que cancelar los eventos de reogida de alimentos, y necesitamos la colaboración de la gente»
PARTICIPACIÓN CIUDADANA

- La semana pasada hubo un gran incendio en un campo de la isla de Samos. ¿El ambiente entre los refugiados está más agitado?

- Lo raro es que no pasen cosas mas graves. Hay gente que lleva hasta dos años en esa situación sin visos de salir de allí y hay una tensión, que naturalmente se agrava porque ahora no pueden ni salir de los campos y eso da lugar a altercados. Esos fuegos se producen todas las semanas, pero también se dan porque cocinan en hornillos, viven en tiendas de plásticos y hacinados. Al menor descuido, todo prende.

- La última visita que hizo a principios de marzo fue para ampliar horizontes, pero las amenazas de grupos radicales obligaron a muchas ong a detener su actividad, y la amenaza del Covid-19, no ha ayudado. ¿Qué proyectos podrán llevar adelante?

- Prácticamente todos e incluso alguno nuevo que ha surgido a raíz de esta situación. Hemos empezado a trabajar con SOS Refugiados en Atenas, en Tesalonica, en Chios o Samos… con ongs que no pueden hacer recogidas de alimentos y recurren a nosotros para mejorar la alimentación de los colectivos con los que trabajan.

- Fue una de las víctimas de la agresión de grupos de ultraderecha el pasado 1 de marzo. ¿Ya se le ha pasado el susto?

- Sí, bueno, te vienen recuerdos de vez en cuando, pero hay que pensar que fue mala suerte y punto. Lo comentamos el otro día Iñaki, Zazpi y yo, que en cuanto nos dejen, volveremos a Lesbos.

- Mientras los refugiados sigan en los campos, ¿allí estará Zaporeak?

- Al menos lo intentaremos, pero para eso necesitamos la colaboración de la gente. Hasta ahora hemos tirado de stock pero vienen meses difíciles, así que ya sean empresas de alimentación o particulares que quieran colaborar con el proyecto pueden encontrar toda la información en nuestra web y su ayuda será bienvenida.

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