COLPISA. MADRID.

La Policía liberó en Móstoles (Madrid) a un niño nigeriano de casi cuatro años que permanecía secuestrado desde que nació. Los captores, una pareja también nigeriana que fue detenida, retenían al menor para obligar a prostituirse a su madre y que pagara así la deuda contraída con una red de tráfico de inmigrantes por viajar a España.

El niño permanecía en Móstoles oculto y aislado de manera que ninguno de los vecinos lo había llegado a ver

La madre, una ciudadana también nigeriana, denunció hace algo más de un año que dos compatriotas suyos de 27 y 24 años se apoderaron hace cuatro de su hijo recién nacido para obligarle a pagar los 45.000 euros que costó su viaje a Europa. La mujer explicó que durante años fue explotada sexualmente y que ejerció la prostitución en varios clubes de alterne de España. Luego, la madre abandonó este oficio tras encontrar una pareja estable, pero jamás recuperó a su hijo.

Agentes de Extranjería comenzaron la investigación el pasado mayo y dieron con el paradero de la pareja de secuestradores en Móstoles. Montaron entonces un dispositivo de vigilancia sobre los sospechosos que, inicialmente, no tuvo resultados: efectivamente, la pareja habitaba allí con una hija, de año y medio, y otra joven nigeriana, pero sólo un vecino de la zona dijo haber oído llorar a un pequeño en la casa.

Los agentes montaron entonces un servicio de vigilancia las 24 horas del día que dio el martes su fruto: un pequeño de raza negra se asomó al balcón de la casa. Los funcionarios irrumpieron en la casa y encontraron al pequeño y varios sobres con restos orgánicos, utilizados en los ritos vudú con los que atemorizaban a la madre denunciante.

El niño se encuentra en un estado «aceptable» de salud, si bien son evidentes las «carencias de estimulación y un cierto retraso en su desarrollo», ya que apenas habla a pesar de su edad.