México, 31 mar (EFE).- Al menos dos inmigrantes fallecieron y siete más fueron hospitalizados por intoxicación durante un motín y un incendio ocurrido este martes en el centro migratorio de Tenosique, en el suroriental estado mexicano de Tabasco, dijeron fuentes religiosas.

“Hay dos muertos. Uno tirado en la puerta, del centro, y otro en el hospital, también llevaron a siete heridos. Los que murieron fue por intoxicación ", dijo el sacerdote Gabriel Romero, de la casa refugio para migrantes La 72 en Tenosique, quien aseguró que no podía confirmar las nacionalidades de las víctimas.

La emergencia en el centro ocurrió cerca de las 20.00 horas (02.00 GMT) cuando indocumentados prendieron fuego a colchonetas mientras proferían gritos para exigir su liberación y volver a sus países ante el temor de contagios por la COVID-19.

Romero informó de que en el centro migratorio permanecen retenidos desde hace dos meses unos 200 indocumentados y ante la parálisis de tramites se alzaron para exigir un trato digno y su repatriación.

“Tienen dos meses en la estación y con la contingencia temen terminar contagiados. Precisamenente por eso no dejan entrar ni salir a nadie porque se habla del riesgo de algún contagio y al amotinarse muchos huyeron, se dispersaron en Tenosique y eso es un riesgo más para la población”, advirtió Romero.

Al centro migratorio llegaron los bomberos y personal de Protección Civil de Tenosique.

En los primeros dos meses del 2020, las autoridades de migración de México deportaron a 2.303 hondureños en más de diez vuelos y 34 viajes de autobús, indicó el Instituto Nacional de Migración (Inami).

A mediados de enero, miles de centroamericanos iniciaron una caravana para llegar hacia Estados Unidos, y llegaron a la frontera entre Guatemala y México días después.

El 17 de enero al menos 1.000 personas entraron regularmente en el país y fueron llevadas a centros de migrantes y si bien se estaría evaluando su condición de asilo o una oferta de trabajo, las autoridades migratorias reconocieron que la mayoría serían deportados.

Días después, miles de migrantes se adentraron irregularmente a México cruzando el río Suchiate pero fueron contenidos por la Guardia Nacional, quienes les obligaron a regresar a Guatemala o los detuvieron.