Las empleadas del hogar esperan el anuncio de ayudas

Este colectivo, declarado no esencial, aguarda que hoy se apruebe una prestación ante la avalancha de despidos que está sufriendo

El Correo, ANA BARANDIARAN , 31-03-2020

La nicaragüense Arlen llevaba más de tres años cuidando a una persona mayor en Bilbao y, al iniciarse el confinamiento, la familia le dijo que suspendía su contrato y que solo le pagarían la Seguridad Social. Los 950 euros que cobraba eran su único ingreso y con ello pagaba el alquiler y mantenía a sus hijos. No sabe cuál es su situación. Tampoco la hondureña Iliana, que cobraba 450 euros por el cuidado de una anciana y le han dicho que se vaya a casa para evitar el contagio. Paga 250 euros por el alquiler.

Son dos ejemplos de la enorme desprotección y confusión en que se encuentran las empleadas del hogar, un colectivo que justo ayer celebraba su Día Internacional. Son personas ya de por sí sumidas en la precariedad y el coronavirus ha empeorado aún más su situación. Desde el estallido de la pandemia se han multiplicado los despidos y, al mismo tiempo, hay internas sufriendo una sobreexplotación al atender a familias confinadas sin descanso. Se supone que hoy, tras haber sido ignoradas, el Gobierno central habilitará una prestación extraordinaria para un mes, equivalente al 70% de la base reguladora, que oscila entre 206 y 1.232 euros, según las horas.

Esta medida, destinada a ayudar ante la avalancha de despidos en un colectivo sin derecho a paro, coincide con el anuncio de que las empleadas del hogar han quedado finalmente fuera de las actividades consideradas esenciales. Aunque hay matices. «Las trabajadoras que se dedican solamente a realizar las tareas domésticas para personas capaces de hacerlas por sí mismas no pueden ir al trabajo. Pueden seguir acudiendo las que atiendan a mayores, menores, personas dependientes o con discapacidad», explica Isabel Otxoa, asesora de la Asociación de Empleadas del Hogar de Bizkaia.

Eso significa que habrá algunas que puedan seguir trabajando y otras que deberán quedarse en casa con el permiso retribuido recuperable, aunque en su caso no será fácil de articular.

28.540 empleadas del hogar cotizan en Euskadi. Pero hay miles que trabajan en negro

Insuficiente
¿Será suficiente la prestación dispuesta? A la espera de cómo se articula, las dudas son muchas y hay coincidencia en que llega demasiado tarde, cuando ya se han registrado muchísimos despidos. Javier Luengo, de UGT Euskadi, advierte, además, de que se van a quedar fuera las que no están dadas de alta en la Seguridad Social. En Euskadi se contabilizan 28.540 empleadas del hogar como cotizantes, de las que un 40% son extranjeras, sobre todo de Latinomérica. Pero, según el Eustat, hay 76.000 hogares con servicio doméstico, lo que indica el alto porcentaje de trabajadoras sin papeles y sin cotizar.

«También están muy afectadas las que trabajan por horas en varias casas porque suelen estar dadas de alta solo en una de ellas. Han sido las primeras en ser despedidas», explica Otxoa. Entre los empleadores, añade, ha habido reacciones diversas. «Unos les han despedido al ver que tenían que quedarse en casa y que no les necesitaban. Otros les han dejado de pagar sin más, pero también los ha habido solidarios, que les mantienen el sueldo», relata. Explica que también entre ellos hay dudas sobre cómo proceder. En resumen, dice, el coronavirus ha dejado aún más patente su precariedad.

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