Detienen a tres funcionarios portugueses por asestar golpes hasta la muerte a un inmigrante ucraniano

Los hechos acontecieron el pasado 12 de marzo en el aeropuerto de Lisboa, donde el ciudadano del Este intentaba colarse sin permiso ni documentos

ABC, Francisco Chacón, 31-03-2020

El director y el subdirector del Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF) han sido fulminados por las autoridades portuguesas después de la detención de tres de sus inspectores por la muerte de un hombre de nacionalidad ucraniana. Los hechos acontecieron el pasado día 12 de marzo, cuando el ciudadano del Este trató de entrar de manera ilegal a través de la aduana del aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa. Lo que presuntamente sucedió a continuación es que los tres empleados, con edades que oscilan entre los 42 y los 47 años, se liaron a golpes con el inmigrante, quien falleció presuntamente debido a la complicación de las heridas que los agentes le causaron.

La víctima había llegado a la capital portuguesa en un vuelo cuya procedencia era Turquía y, según las primeras pesquisas, fue conducido a la sala de asistencia médica del recinto. Se desconoce, de momento, por qué lo trasladaron al lugar reservado a quienes sufren alguna dolencia, pero los indicios apuntan a que el personal de SEF lo creyó conveniente porque no alberga cámaras de seguridad.

El caso es que el ucraniano resultó torturado, de acuerdo con las primeras investigaciones de un asunto que está causando un auténtico terremoto en el Ministerio de Administración Interna de Portugal. El comportamiento de los funcionarios lusos no quedó ahí, tal como retratan algunas actuaciones posteriores. Por ejemplo, primero lo retuvieron contra su voluntad, en aplicación de las restricciones a ciudadanos indocumentados.

El afectado fue impedido de entrar en territorio portugués como un turista más, aunque el desarrollo de los acontecimientos determinó el proceder de los tres guardias. Así, comprobaron que le habían provocado graves heridas y se alarmaron, por lo que llevaron al hombre a un hospital para que recibiese atención médica. Esgrimieron como el motivo un supuesto ataque epiléptico, pero en realidad se trataba de una excusa.

En ese instante salió todo a la luz, pues el ciudadano de Ucrania ingresó aún vivo, pero terminó por fallecer. Entonces la Policía Judicial certificó que las heridas no tenían nada de leves y se le efectuó inmediatamente una autopsia. Al ver los oscuros rasgos que tomaba el asunto, no tardaron en ser apartados de sus funciones los dos máximos responsables del SEF, que no solo tiene la sede del aeropuerto Humberto Delgado sino que asienta sus oficinas centrales en la céntrica avenida de António Augusto de Aguiar, muy cerca de la avenida Fontes Pereira de Melo y de la Plaza de Marqués de Pombal, es decir, en el corazón de Lisboa.

La divulgación de este suceso ha causado estupor al otro lado de la frontera en plena crisis del coronavirus y no deja en buen lugar a unos agentes que ahora mismo deben multiplicarse para garantizar el bienestar de la población.

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