La expansión del coronavirus hace que la situación cambie a diario y que las decisiones adoptadas ayer, mañana precisen de una adaptación para ajustarse a las nuevas necesidades. Así lo perciben desde el Departamento de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de San Sebastián que, tras varios ajustes, están rozando con la punta de los dedos el límite de capacidad de todos los recursos puestos a disposición de los ‘sintecho’. «Estamos atendiendo a 168 personas y podríamos acoger a otras 10 más como mucho. Estamos muy cerca del tope», explica Gari Agote, director del departamento donostiarra, que ha visto cómo personas sin hogar que suelen dormir en las calles de otras localidades guipuzcoanas donde no se han habilitado recursos, se han acercado a San Sebastián a confinarse.

No obstante, si algo quiere dejar claro es que no le consta que «ninguna persona en situación de calle se haya quedado fuera sin atención». Así responde a las críticas vertidas por la Red Ciudadana de Acogida, que ha denunciado que alrededor de diez personas se quedaron a las puertas del Atano III la noche del domingo, la más gélida de los últimos días. Respecto a esos casos, explica Agote que hay varios colectivos que están indicando a las personas sin hogar que se dirijan al frontón, «cuando la puerta de entrada a este recurso es el Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) ubicado en la calle Easo, donde se analiza cada caso». Sea como fuere, insiste, «no me consta que nadie que lo haya pedido, se haya quedado en la calle».

Confinar a quienes no tienen hogar y que, en muchas ocasiones y por circunstancias variadas, no desean comprometerse con los requisitos que exige estar en un recurso municipal, se convirtió hace semana y media en todo un reto para el consistorio donostiarra. Para ello, se puso a disposición de estas personas Abegi Etxea, y se dio un nuevo uso a instalaciones municipales ahora inutilizadas, como el albergue juvenil de Ondarreta La Sirena, o el Atano III, donde están trabajando 60 personas. Concretamente, en el frontón se llegaron a desplegar inicialmente 80 camas, pero pronto se comprobó que era preciso habilitar un cuarto recurso, el albergue de Uba, para aliviar la carga del Atano y «mejorar la atención».

Los últimos datos que dispone el departamento reflejan que 46 personas sin hogar están alojadas en el Atano III, 44 en el albergue de Uba, 42 en el de Ondarreta y 36 en el Abegi Etxea. En total 168 ‘sintecho’, la mayoría hombres hay contabilizadas una docena de mujeres, de edades comprendidas entre los 20 y los 70 años. «Los perfiles más jóvenes coinciden con personas extranjeras, en su mayoría magrebíes aunque no exclusivamente, mientras que los de edad más avanzada son autóctonos», comenta Agote.

A todos ellos se les recomienda que no salgan de las instalaciones, aunque si presentan una necesidad real de hacerlo se les entrega una autorización válida para una vez al día y cuentan con un máximo de una hora para regresar al albergue. «Y si alguien incumple sabe que tomaremos medidas» explica.

Atención las 24 horas
Estos recursos han arrancado la semana con una buena noticia que se suma al ambiente «más calmado» y a un mayor entendimiento del estado de alarma por parte de los acogidos. Además de la atención socioeducativa y psicosocial que se ofrece; de garantizar un desayuno, comida y cena diarios; la posibilidad de aseo y un servicio de limpieza y seguridad, «desde ayer hemos incorporado una médico que pueda hacer un diagnóstico del estado de salud de estas personas y en su caso, prescribir los medicamentos que precisen».

Asimismo, a los Bomberos de San Sebastián solo les queda por desinfectar el albergue de Uba que lo harán en los próximos días, después de haber eliminado todo rastro del Covid-19 del resto de instalaciones municipales.