Las autoridades se han tomado en serio esto del confinamiento y no dejan pasar una. Las normas están para cumplirlas y, aunque tradicionalmente unos siempre han cumplido más que otros, en esta ocasión no hay margen para hacer distinciones. El coronavirus nos ha igualado a todos, los de arriba y los de abajo. Y no solo por aquello del contagio, que no entiende de clases sociales y prebendas, sino por las consecuencias del encierro que ha caído sobre nuestras cabezas. Quizás en casa unos tengan el balcón más grande del vecindario, pero a la hora de salir a la calle todos somos los mismos. Incluso el obispo de San Sebastián.

José Ignacio Munilla puso aeste jueves por la mañana en marcha su coche sin saber que esa misma tarde iba a ser noticia. En el vehículo viajaba una mujer, pero lo hacía en el asiento del copiloto, que es algo que está expresamente prohibido por el Gobierno. Las normas establecidas para los desplazamientos durante el estado de alarma dictaminan que únicamente se puede viajar en solitario en un turismo, o con un acompañante por causa justificada, siempre y cuando este se sitúe en el asiento trasero y en el lado opuesto al del conductor, para garantizar que se mantiene la distancia de seguridad.

El coche del obispo fue interceptado por una patrulla de la Policía municipal de San Sebastián que realizaba un control para comprobar el correcto cumplimiento de las normas. El prelado explicó el motivo de su desplazamiento, pero no hubo manera. El incumplimiento era demasiado evidente y con los virus campando por sus respetos por las calles, no es cuestión de hacer la vista gorda, ni siquiera tratándose de un religioso que estaba realizando una buena acción. El resultado es que el agente que habló con Munilla fue inflexible y le impuso una multa de 600 euros.

Jose Ignacio Munilla
@ObispoMunilla
Ese “copiloto” era una inmigrante atrapada entre nosotros, quien padece una infección de boca, a la que yo conducía a un dentista conocido que se ha ofrecido a atenderla de gratis… Agradezco al dentista, pido perdón por el error de asiento, y perdono al filtrador de la noticia.

Ver imagen en Twitter
1.282
16:07 – 26 mar. 2020
Información y privacidad de Twitter Ads
574 personas están hablando de esto
Más tarde, el obispo explicó los hechos en su cuenta de twitter. Según el prelado, la mujer que viajaba en el coche era «una inmigrante atrapada entre nosotros, quien padece una infección de boca, a la que yo conducía a un dentista conocido que se ha ofrecido a atenderla gratis». En su mensaje, Munilla agradeció la buena disposición del dentista, pidió perdón «por el error de asiento» y, de paso, perdonó «al filtrador de la noticia».

458 denuncias
No faltará quien diga que si en otras épocas del año hubiera tanta presencia policial como ahora, las calles serían mucho más seguras. Quizá no le falte algo de razón, porque la Ertzaintza y las policías locales vascas están por todas partes y no dan abasto. Lo nunca visto. El pasado miércoles detuvieron a seis personas e interpusieron 458 denuncias, 140 menos que el día anterior, por incumplir las medidas de confinamiento.

Una de las detenciones la llevó a cabo la Ertzaintza en Gipuzkoa, mientras que las otras cinco una en Álava, tres en Bizkaia y otra en el territorio guipuzcoano fueron practicadas por policías locales. En Donostia, la Policía local interpuso 36 propuestas de sanción.

Del total de denuncias, 214 fueron interpuestas por la Ertzaintza, mientras que las policías municipales impusieron 244 sanciones por saltarse las medidas de confinamiento. Bizkaia es el territorio en el que más denuncias se registraron, con 201, seguido de Gipuzkoa, donde se interpusieron 184, y de Álava, con 73.

En total, fueron identificadas 1.858 personas durante la jornada de este jueves, 796 por parte de la Ertzaintza y 1.062 por las policías locales. Además, los cuerpos policiales interceptaron un total de 2.491 vehículos, de los que 770 fueron controlados por la Er-tzaintza y 1.721 por las policías municipales.