Se desploman las solicitudes de asilo y las entradas irregulares

Apenas 25 personas pidieron refugio en España durante la primera semana del decreto de alarma, frente a las más de 3.800 de la semana anterior

El País, MARÍA MARTÍN, 27-03-2020

El cierre de fronteras, el confinamiento decretado en decenas de países, la suspensión de vuelos y, en general, todas las medidas restrictivas para frenar el coronavirus están teniendo un enorme impacto en los flujos migratorios hacia España. Las peticiones de asilo se han desplomado y también las entradas por tierra y por mar. Las cifras del 16 al 22 de marzo, coincidiendo con la primera semana del decreto de alarma, son las más bajas de los últimos años.

En esos siete días de marzo solo 25 personas solicitaron asilo en España, frente a las 3.685 de la semana anterior o las casi 4.200 de la primera semana de marzo, según números provisionales de la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO) a las que ha tenido acceso EL PAÍS.

La caída se ve en casi todos los Estados miembros de la UE, pero en ningún caso es tan acentuada como en España, el país que más peticiones de refugio venía recibiendo (más de 37.400) este año, por delante de Alemania y Francia.
La inmensa mayoría de los solicitantes de asilo son venezolanos, colombianos y centroamericanos que llegan a España en avión, un viaje ahora imposible tras la sucesiva suspensión de vuelos a medida que crecían los contagios y, finalmente, la restricción de entrada a través de los aeropuertos adoptada el pasado día 22. El resto de socios europeos han seguido la misma línea de restringir temporalmente los “viajes no imprescindibles” desde terceros países.

El procedimiento para demandar asilo, en cualquier caso, está suspendido desde que entró en vigor el estado de alarma el 15 de marzo. Al tratarse de un trámite presencial, no se abrirán nuevos expedientes hasta que se recupere la normalidad y puedan reorganizarse las citas que han quedado en el aire estos días. La Oficina de Asilo continúa trabajando de “manera no presencial” y “con limitaciones” para resolver los casos presentados antes de la emergencia sanitaria, según ha informado en su web el Ministerio del Interior.

Las entradas irregulares también han registrado un número inusualmente bajo en España además de caer también en Italia y Grecia. Del 16 al 22 de marzo tan solo 93 personas consiguieron entrar en territorio español, 70 por mar y 23 por tierra, según números del Ministerio del Interior facilitados a la Comisión Europea. La semana anterior fueron más de 350.

Las cifras de entradas irregulares de marzo, a pocos días de cerrarse el mes, se mantienen a niveles de 2016, antes de que España experimentase un repunte de la presión migratoria desde Marruecos. El total de llegadas de 2020 asciende a 5.292 personas, cerca de un 19% menos que en el mismo periodo del año anterior.

Los flujos migratorios están contenidos ante las medidas adoptadas por los países africanos para detener la expansión del virus. Los países desde donde parten los migrantes hacia España están también blindando sus fronteras y restringiendo movimientos. Para contener la pandemia, Marruecos ha impuesto el aislamiento domiciliario y solo es posible transitar con un salvoconducto; Senegal cerró el día 22 sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas. Entre el 21 y el 23 de marzo, también Mauritania y Gambia cerraron sus fronteras con Senegal. Costa de Marfil cerró todas sus fronteras el pasado día 20 y Argelia, por su parte, ha suspendido sus vuelos nacionales.

La caída de la llegada de inmigrantes y la imposibilidad de deportarlos por las restricciones fronterizas impuestas en todo el mundo están vaciando las casi 900 plazas de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Los centros, según Interior, se mantienen por debajo del 25% de ocupación y se está liberando poco a poco a los internos. Muchos de ellos tienen familia en España, pero para el resto la Secretaría de Estado de Migraciones está coordinando medios para su acogida.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)