Catorce países notifican controles fronterizos en el espacio Schengen

LA CRISIS POR EL COVID-19 SITÚA AL CONVENIO DE LIBRE CIRCULACIÓN EN UNA SITUACIÓN COMPLICADA

Diario de Noticias, MARÍA G. ZORNOZA/AQUÍ EUROPA , 25-03-2020

BRUSELAS – El espacio Schengen, uno de los buques insignias del proyecto europeo, celebra esta semana su boda de plata. Tras quedar magullado por la crisis migratoria, el coronavirus ha puesto de nuevo al espacio de libre circulación en una situación muy complicada. 14 de los 26 países que conforman Schengen han notificado a la Comisión Europea la imposición de controles fronterizos internos, aunque son muchos más los que han establecido algún tipo de control como medida ante el COVID-19.

El próximo jueves, el espacio Schengen sopla las velas de su 25 cumpleaños. El convenio entró en vigor un 26 de marzo de 1995. A día de hoy es uno de los valores más apreciados por los ciudadanos europeos. Lo componen 26 países que garantizan a más de 400 millones de personas la libertad de libre circulación. Llegar desde la rueda de prensa de la Comisión Europea hasta el Pleno de Estrasburgo atravesando tres países sin darte cuenta ya no es posible.

La crisis del COVID-19 ha puesto en jaque Schengen, que ya llegaba a la boda de plata malherido por los continuados controles internos que venían imponiendo varios países en el marco de la crisis migratoria de 2015. La pandemia global del coronavirus ha traído de vuelta las colas y controles en las fronteras internas de la UE.

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Catorce países (Austria, Chequia, Dinamarca, Hungría, Lituania, Polonia, Alemania, Estonia, Portugal, España, Finlandia, Bélgica, Suiza y Noruega) han notificado hasta la fecha a la Comisión Europea la reintroducción de estas restricciones, según informan fuentes del Ejecutivo comunitario a Aquí Europa.

En su discurso a la nación francesa de la semana pasada, Emmanuel Macron anunció que también establecería estos controles. Poco después, saltó a los medios su amenaza a Boris Johnson, primer ministro británico, de cerrar su frontera conjunta si el líder tory no tomaba medidas más severas.

Polonia fue de los primeros en establecer controles totales en sus fronteras. Y uno de los países con más mano dura llegando a dejar en el limbo a ciudadanos bálticos que regresaban a sus países.

Por su parte, Austria prohibió la entrada de ciudadanos italianos si no llevaban consigo un certificado médico de los últimos cuatro días que pruebe que no han contraído el COVID-19. Certificado médico que también exigen Chipre o Croacia.

Italia, el país más afectado en la UE con mucha diferencia, está completamente aislado. Y otros como Malta han cancelado sus puertas a vuelos procedentes de Italia, España, Francia, Suiza y Alemania. Aunque en batería, buena parte de los países han restringido con el paso de los dias los vuelos limitando los desplazamientos aéreos a los viajes “esenciales”.

25 CUMPLEAÑOS EN PLENA CRISIS Las capitales europeas tienen el derecho, amparadas en los Artículos 25 y 26 del código de conducta de Schengen, de establecer controles fronterizos en el caso de amenazas a su orden público o a su seguridad y en circunstancias excepcionales. Los Estados miembros deben informar al Ejecutivo comunitario de la reintroducción de controles en sus fronteras internas con un mes de antelación. Pero, el código de fronteras Schengen recoge también la posibilidad de instaurar los controles de forma inmediata en situaciones excepcionales. “Cuando el orden público o la seguridad interior de un Estado miembro exijan una actuación inmediata, el Estado miembro de que se trate podrá, con carácter excepcional, restablecer inmediatamente los controles fronterizos en las fronteras interiores por un período limitado no superior a diez días”, reza el Artículo 28.

La Comisión Europea siempre ha llamado a las capitales a evitar estas medidas, pero finalmente ha acabado resignándose. Eso sí, el equipo que dirige Ursula von der Leyen exige a las capitales que estos controles no mermen el transporte de mercancías esenciales como medicamentos o alimentos. En sus nuevas directrices, Bruselas pide que las colas en los puestos de control no superen los 15 minutos. La llamada llega después de un fin de semana que ha dejado a transportistas varados hasta dos días en las fronteras.

El espacio de libre circulación nació en una pequeña aldea del mismo nombre en Luxemburgo. En 1985, con todavía las cicatrices de dos Guerras Mundiales, cinco países –Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Países Bajos y Francia– decidieron que entre ellos, las fronteras solo aparecerían en los mapas. No obstante, no fue hasta 1995 cuando siete Estados miembros de la UE decidieron empezar a ponerla en práctica. Hoy en día, el Área Schengen ya abarca a la mayoría de los Estados de la UE, excepto Croacia, Chipre, Irlanda y el Reino Unido. Bulgaria y Rumanía tampoco están dentro, pero están en proceso de adhesión al tratado.

LA CIFRA

419

MILLONES. Unos 419.392.429 ciudadanos de 26 naciones se benefician de este acuerdo. Mediante este tratado, varios países europeos suprimieron los controles interiores y admitieron la libre circulación y sin restricciones de personas, bienes, servicios y capital.

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