Las islas griegas de Lesbos y Chios, divididas entre sus habitantes por la creación de nuevos campamentos para migrantes que llegan de forma irregular. Miles de ciudadanos han llevado manifestaciones en contra de la recepción de estos migrantes, y algunas de estas movilizaciones han derivado en violentos enfrentamientos con la policía antidisturbios, provocando decenas de heridos. En Lesbos, cerca del lugar donde se está construyendo un nuevo campamento, se han lanzado piedras y la policía ha tenido que responder con gases lacrimógenos y pelotas de goma. En Chios, más de 2.000 personas se han manifestado enfrente de su nuevo campamento.