Marlaska anuncia que elevará la valla de Ceuta y Melilla un 30% y eliminará las concertinas

El modelo de seguridad 2030 de Interior pasa por derogar la “ley mordaza”, potenciar el “régimen abierto” para los presos, luchar contra delitos de odio, reforzar la violencia de género o la digitalización

La Razón, C. S. Macías, 18-02-2020

El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha comparecido en la comisión de Interior del Congreso de los Diputados para explicar las líneas generales en las que se centrará su cartera esta Legislatura. Interior seguirá el “modelo de seguridad 2030”, que indicó, busca responder a las amenazas tradicionales entre las que enumeró el crimen organizado, el terrorismo, o también los retos que se plantean a los derivados del cambio climático, del odio o la digitalización.

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Grande-Marlaska, anunció que su departamento prepara la creación de un Plan Director de Ciberseguridad que reorganice la estructura del propio Ministerio en esta materia, y otro Plan Estratégico contra la trata que, según explicó, tendrá en la erradicación de las violencias sexuales “una de sus principales líneas de trabajo”. Destacó que su intención de “reforzar” la lucha contra la violencia de género con un incremento de efectivos policiales especializados y mejorando su formación, además de implementar las nuevas funcionalidades del sistema Viogen.

En su discurso también se refirió a los delitos de odio y, en concreto, a su intención de implementar “de forma efectiva, con medios, recursos y formación”, el Plan de Acción en esta materia. Para ello, su departamento “trabajará” en potenciar la labor del Centro Nacional de Desaparecidos e impulsará la aplicación efectiva de la Ley de Víctima del Delito.

Derogar la “ley mordaza” y reforma penitenciaria
Interior apuesta por una nueva ley de Seguridad ciudadana, donde el gobierno quiere derogar “la ley mordaza” y sustituirla por una nueva de seguridad ciudadana adaptada a los valores constitucionales con un marco de actuación “que genere a la polícia certidumbre” y que además “favorece la coordinación con las políticas autonómicas: se continuará potenciando las juntas de seguridad”.

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En cuanto a la política penitenciaria, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció que potenciará el “régimen abierto” de los presos españoles para impulsar su reinserción en la sociedad conforme al principio establecido al respecto en la Constitución.

Además, para mejorar la situación en las cárceles también se tomarán otras medidas, como aprobar una nueva Ley Orgánica General Penitenciaria “que se adapte a las reformas legales operadas en el Código Penal, las nuevas penas y que, sobre todo, ofrezca un marco de certidumbre en su actuación a los funcionarios de prisiones”.

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Incrementar la valla
Sobre materia migratoria, el ministro del Interior abogó por fomentar una “política de prevención” en materia de inmigración, estableciendo una “verdadera asociación” con los países de origen y tránsito, y reiteró la necesidad de hacer un “reparto equitativo de la solidaridad” en la UE. Completar proyecto de obras de refuerzo y renovación de la frontera de Ceuta y Melilla. Según anunció Grande-Marlaska, en esta legislatura las frontera incorporarán circuitos cerrados de televisión, verán incrementada la altura de la valla que limita con Marruecos en un 30% hasta los 7,8 metros y prevé sustitur las concertinas por “elementos que doten de seguridad pero no sean cruentos”. Indicó que lo que quieren es “lograr un perímetro más moderno, más seguro y menos cruento: fronteras del s. XXI”. Además indicó que “España debe liderar que la UE tenga una política común de fronteras”.

Los portavoces de Interior de la oposición han insistido en preguntarle por el “Delcygate”, el traspaso de competencias de tráfico a la Policía Foral, prisiones y la preocupación por el fin de la dispersión así como la inmigración o el cumplimiento de la equiparacion salarial “efectiva y real” o por la “respresión a la disidencia”, que preguntaron los catalanes. Sobre el caso de la vicepresidenta venezolana del Gobierno de Maduro, Grande-Marlaska se resistió a responder al final y se limitó a indicar que “la Policía sabía que no podía entrar en el espacio Schengen, y no entró”.

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