Experto de Naciones Unidas

Philip Alston: "O España actúa contra la pobreza o habrá protestas como en Chile"

El relator de la ONU argumenta que el abandono de los pobres emerge desde la 'era Aznar', pasando por Zapatero y Rajoy. Tras visitar el país, pide valentía al nuevo gobierno de coalición y alerta de fuertes protestas si no se ataja la situación

El Periodico, Elisenda Colell, 17-02-2020

Philip Alston, (1950, Australia) es el relator sobre extrema pobreza y derechos humanos de la ONU y profesor de Derecho de la Universidad de Nueva York. Tras dos semanas de visita por España, concluyó que había visto barrios “en peores condiciones que campos de refugiados”. Este viaje es el último que hace en el cargo.

¿Por qué eligió analizar España?

Debemos visitar los países del norte, no solo retratar la pobreza de los países del sur. En este mandato he evaluado EEUU y Reino Unido, los dos grandes países anglosajones. También China, Arabia Saudí, Malasia y Rumanía. Y viendo estadísticas europeas, España fue el país que más me llamó la atención. Es uno de los que tienen los problemas más serios, y a la vez está entre las economías más fuertes. Es un país muy importante, con mucha influencia en Latinoamérica y en Europa. Las políticas que se adoptan aquí marcan las que hacen otros países.

En su informe deja claro que en los años recientes los políticos españoles han gobernado para los ricos y se han olvidado del resto de la población. ¿Quién es el culpable?

Lo más grave es que no hay un único partido responsable de esto. Todos los gobiernos de los últimos 15 años han aplicado políticas neoliberales. Han ayudado a que las clases más altas incrementen sus riquezas, y no han hecho absolutamente nada para los más empobrecidos, que han aumentado. No hablamos de un único mandato. Nos podríamos remontar a las primeras privatizaciones de la ‘era Aznar’.

¿Y qué políticas son las que lo han causado?

Han bajado impuestos para las rentas más altas y las grandes corporaciones para que tengan más beneficios. Tampoco han atacado la evasión fiscal de forma agresiva. Y por el otro lado, nadie ha afrontado el problema de la vivienda, no han gastado nada en vivienda social, no han mejorado la financiación para las escuelas, ni tampoco las prestaciones sociales. Han hecho que las clases altas sean un 26% más ricas, y los pobres lo sean aún más.

¿España está en la lista de países más neoliberales del mundo y no lo sabíamos?

No se ha ido tan lejos como Chile o el Reino Unido en la era de Margaret Tatcher, pero llevan más de una década siguiendo esta dirección. Esto es precisamente lo que quería decir cuando escribí que España se debe mirar bien de cerca al espejo. Los españoles se creen que su país es muy igualitario… pero esta imagen pertenece ya al pasado, la gente no es consciente de lo que está pasando. Y el nuevo Gobierno de coalición debería cambiar este rumbo de forma urgente.

Da la sensación de que tiene muchas esperanzas con el Gobierno de coalición…

Creo que es bueno el hecho de que el Gobierno y el vicepresidente Iglesias hablen de pobreza, España vaciada, desahucios… Espero que tengan el apoyo del resto de partidos para revertir esta situación. Parece difícil, pero me gustaría que los más vulnerables tomen relevancia y los políticos se vean obligados a abordar sus problemas.

En su informe también habla extensamente de la pobreza infantil, la segregación escolar… ¿Es uno de los temas que más le preocupa?

Uno de cada tres niños españoles es pobre. Los gobernantes deben aplicar serios programas para atajarlo. No se va a resolver solo. La pobreza es hereditaria, esto lo dice la estadística. Estos niños van a colegios de menos calidad, dejan antes los estudios… no acceden al ascensor social. Y si no se afronta, sí que va a salir muy caro.

¿Qué nos deparará el futuro?

Recomiendo a los políticos españoles que tomen nota de las protestas de los chalecos amarillos en Francia, las de Santiago de Chile… O se actúa contra la pobreza o habrá protestas como allí. Llegará un punto que el malestar de la gente se volverá incontrolable. Y la vivienda es un tema muy particular en España que si no se aborda en los próximos cinco años, acabará explotando. Es lo que está pasando en todo el mundo. España no es distinta.

¿Sobre la situación de los inmigrantes, qué opinión tiene?

Muchos mueren para llegar a España. Pero una vez aquí, los gobiernos pretenden hacer ver que no están y les fuerzan al mercado negro. Es importante que puedan vivir de forma decente.

Usted destacó la regulación del alquiler como una de las grandes medidas a adoptar, y lamentó que “solo se escucha a las inmobiliarias”. ¿Este país se ha gobernado para los rentistas?

¿Qué es mejor, el libre mercado o que el Gobierno tome el control? En España nadie se ha hecho esta pregunta. Se ha aplicado la ideología, el neoliberalismo, especialmente con el problema de la vivienda. No se han intentado alternativas. Se podrían tomar muchas medidas contra el parque de pisos vacíos, aplicar impuestos, controlar el precio de los alquileres… Especialmente cuando el problema es de tal magnitud que están desahuciando personas de más de 80 años, que la gente joven no tiene donde ir a vivir… Es absurdo quedarse en los debates antiguos. Hace poco más de una semana, el Banco de España decía que el control de los alquileres no funcionaría. Pues mire, construir más vivienda social tampoco va a cambiar nada en los próximos cinco años. Hay que sofisticar el debate, tratar que otras prouestas estén también sobre la mesa.

En el caso de la España vaciada, pero también el chabolismo, la situación de los romanís… en su informe habla de políticos resignados.

Es triste, pero es lo más normal. Ningún político va a afrontar los problemas serios si no hay presión pública. Y estos tres problemas que ha nombrado se han ignorado. Hay que hacer ruido, decir ‘aquí hay un problema’ para que los políticos tengan que tomar partido y hagan algo.

¿Nadie escucha a los pobres?

Este es el rol que yo he venido a jugar. Tratar con personas que su voz no se suele oír, y desde la ONU le damos una dimensión internacional que puede ayudar. Porque los de la otra balanza (las grandes empresas, las rentas más altas) están constantemente influyendo en la política en todos los niveles.

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