Primer paso hacia una vida digna

Los 158 migrantes rescatados por el 'Aita Mari' viven para contarlo. Desembarcaron ayer en el puerto siciliano de Messina y esperan país de acogida

Diario Vasco, PATRICIA RODRÍGUEZ, 14-02-2020

Gracias a la actuación del ‘Aita Mari’ en aguas del Mediterráneo central, 158 personas viven para contarlo. Tras cinco días de travesía, el buque de rescate guipuzcoano atracó ayer a primera hora de la mañana en el puerto siciliano de Messina, con puntualidad británica y un cielo parcialmente nublado, para desembarcar a las personas localizadas los pasados 9 y 10 de febrero en dos pateras a la deriva. «¡Hemos llegado a Messina! Esperemos que este sea el primer paso hacia una vida mejor para todos ellos», anunciaba la organización Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) en su cuenta de Twitter, donde han ido dando cuenta de su misión.

«La gente ha llegado bien, contenta por llegar a puerto seguro, pero con sentimientos encontrados, con mucha expectativa de qué va a pasar ahora y lo que se les viene encima», explicaba el vicepresidente de SMH, Iñigo Gutiérrez. A pesar de las dificultades, «la tripulación ha hecho un gran trabajo. Era importante que esta gente estuviera en tierra lo antes posible». En el muelle les esperaba un gran despliegue policial y médico. Sanitarios cubiertos de arriba abajo con trajes protectores y mascarillas, subieron a bordo junto con las autoridades italianas para evaluar el estado de salud de los rescatados y la tripulación antes de su desembar. Las medidas se extremaron esta vez por miedo a un posible contagio por coronavirus.

Después, trasladaron a los 158 migrantes al centro de internamiento de extranjeros, un lugar de paso donde algunos ya llevan meses. «Aquí permanecerán hasta que se tramiten sus expedientes y se les asigne un país de destino entre España, Francia, Alemania, Italia y Malta, que son los que tienen firmado el acuerdo de desembarco», según recuerda Gutiérrez.

Desconoce qué destino les ha deparado a los 79 migrantes que rescataron en la misión anterior el pasado diciembre. Han oído que un pequeño grupo ha llegado a Francia pero el resto sigue en Pozzalo a la espera de la tramitación y la asignación de una ubicación. Una vez más, el Gobierno Vasco ha vuelto a ofrecerse como lugar de acogida pero aún están esperando respuesta por parte del Gobierno central. Es la otra travesía del refugiado: «El infierno de la burocracia». Entre tanto, cientos de personas continúan lanzándose a la mar en precarias embarcaciones para huir del hambre, la pobreza y las guerras. El vicepresidente de SMH advierte que «ya podemos poner barreras y levantar muros que la gente va a seguir saliendo de allá». Lo dice «indignado» por las devoluciones en caliente que ha avalado Estrasburgo, según se dio a conocer ayer. «Se están vulnerando los derechos fundamentales. Toda persona tiene derecho a emigrar y a ser acogido. Estamos metiendo en un saco a gente que puede perder la vida por volver de donde escapó».

Inspección
Antes de que el ‘Aita Mari’ vuelva a la zona de rescate a continuar con su labor humanitaria, el buque deberá someterse hoy a una inspección de Sanidad «para verificar si cumplimos con las normas de gestión de residuos, si tenemos todo limpio, etc. En principio no habrá problema porque el barco cumple con todos los requisitos en ese aspecto», asegura Gutiérrez. También habrá un cambio de tripulación. «Los voluntarios vuelven ya a sus casas y les relevarán tres tripulantes nuevos que están ya de camino. Junto con un retén que se queda, realizarán el traslado del barco a Siracusa. Una vez allí, se quedará amarrado y con la tripulación de guardia: un capitán, un maquinista y un marinero, esperando al periodo de descanso que hemos establecido, que será hasta el 6 o 7 de marzo».

Si todo va bien, llegada esa fecha, el ‘Aita Mari’ pondrá rumbo hacia las costas de Libia. Gutiérrez alerta de que «en estos momentos no hay ningún barco de rescate civil en la zona. El ‘Ocean Viking’ está con una parada técnica en el puerto; el ‘Sea-Watch’ ha tenido que volver a España para someterse a una reparación y el ‘Open Arms’ se encuentra volviendo porque tiene problemas con los motores. El caso es que ayer había avisos de botes en la zona y no hay nadie que los pueda salvar. O los vuelven a capturar… o peor».

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)