¿Antonio Banderas es un hombre blanco?

‘Vanity Fair’ y ‘Deadline’ han descrito al actor malagueño como el único nominado al Oscar "de color"

El País, ANTONIA LABORDE, 16-01-2020

Mientras la Academia de Hollywood (68% hombres; 84% blancos) recibía palos este lunes por la falta de diversidad en los nominados a los premios Oscar de 2020, algunos medios estadounidenses señalaron que Antonio Banderas era el único actor “de color” que competirá por la estatuilla. Entonces los dardos cambiaron de dirección. En España, sorprendió la etiqueta, y en las redes sociales se tachó a la prensa anglosajona de “racista” y “paleta” por no considerar que el protagonista de Dolor y Gloria es un intérprete europeo y blanco.

Deadline —que publicó en Twitter que solo dos actores “de color” habían sido nominados, refiriéndose a Banderas y a la actriz afroamericana Cynthia Erivo—, eliminó el mensaje tras el alud de críticas. Vanity Fair —que mencionaba a los dos artistas como miembros de una misma comunidad, aclarando que “los españoles no son técnicamente considerados personas de color”— eliminó la frase unas horas después. En septiembre Rosalía, calificada como latina, hispana y europea, protagonizó una polémica similar en los premios MTV.

En Estados Unidos, las etiquetas étnicas tienen desde hace décadas un peso político, ya que han sido utilizadas para luchar contra la discriminación y a favor de la visibilidad de distintas comunidades. En los setenta el censo incluyó la clasificación “hispano” para agrupar a todas las personas que procedían de países hispanohablantes: México, Puerto Rico, Cuba… Anteriormente los mexicano-americanos por ejemplo, debían marcar que eran blancos, pero estaban en desacuerdo porque querían reivindicar sus orígenes y aparecieron grupos de activistas que lucharon para tener una categoría propia. El término hispano tampoco contentó a quienes no se sentían identificados con la herencia colonial española con la que resonaba el término. Entonces surgió “latino”, que además incluía a indígenas y brasileños.

La socióloga Clara Rodríguez, especialista en temas de clasificaciones raciales y étnicas, lo primero que le pregunta a sus alumnos de la Universidad de Fordham (Nueva York) es “¿Qué son?”. A veces un dominicano con la piel muy oscura no dice que es negro y otras veces una afroamericana se define como mestiza. “La raza es una construcción social que varía según dónde crece la persona y el país en el que vive. Yo en Puerto Rico soy blanca y en EE UU no”, comenta. Sobre si Antonio Banderas es una persona de color su respuesta es simple: “Hay que preguntarle a él”.“Ricky Martin no es moreno y se identifica como persona de color por su origen puertoriqueño”, concluye.

El escritor Ed Morales, autor de Latinx: la nueva fuerza en política y cultura, aclara que el lenguaje también es un determinante racial muy importante en EE UU. “Si te detiene un policía y tienes un acento español muy marcado, su percepción sobre tu raza, independiente de cómo te veas, puede cambiar”, comenta por teléfono. Añade que antes de la Segunda Guerra Mundial ningún estadounidense hubiese considerado blanco a Antonio Banderas, ni a ningún europeo del sur: “Cuando lucharon con nosotros, la definición de blanco cambió”.

Una herramienta clave para entender cómo ha evolucionado la relación de EE UU con la raza o la etnia es el censo. La encuesta arrancó en torno a 1800 con solo tres opciones: blanco libre, otras personas libres o esclavos. La última versión, de 2010 permite distinguir entre hispanos, latinos o de origen español, y después especifica mexicanos, puertorriqueños, cubanos, de un origen distinto… “Hace 30 años la mayoría pensaba que era obvio de qué raza era cada uno y que era algo genético y biológico; ahora mucha más gente piensa que es una construcción social. Y eso es progreso. Ahora se entiende mejor la idea compleja de que la raza depende de la percepción que tiene cada uno de sí mismo”, explica Morales, colaborador de The New York Times y The Washington Post.

A Ramón A. Gutiérrez, profesor de Historia de la Universidad de Chicago, le hace gracia la polémica. “Algunos medios usaron la foto de Banderas como ejemplo de que Hollywood no es racista, pero el resultado fue racismo y exclusión”. Como la mayoría de los especialistas en el tema, defiende que la raza es subjetiva y cita al activista afroamericano Malcom X: “La idea de raza en Estados Unidos es como la marca Cadillac, hay un nuevo modelo cada año, pero la discriminación continúa”.

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