"Senegal es un país prioritario para nuestra cooperación en el África subsahariana"

La Vanguardia, 03-06-2006

Habiendo alcanzado, a media legislatura, el 0,35% del PIB para ayuda al desarrollo (el 0,5 en el 2008 es cada vez más plausible), la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín (San Sebastián, 1976), confirma sus apuestas: por África, por reforzar la cooperación multilateral y por no limitarse a financiar ONG: hay que corresponsabilizarse, dice. Además, insiste en que su política responde a criterios de pobreza y construcción de un mundo justo. “Somos conscientes del drama de la inmigración, pero no destinamos este año 600 millones a África para que no llegue a nuestras puertas, sino porque tienen derecho a ello”.
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- ¿Qué hacemos los españoles por Senegal para que sus ciudadanos no se vean obligados a emigrar?
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- La cooperación española no es ajena al fenómeno migratorio, pero no se supedita a las políticas de inmigración. Es la raíz del drama lo que nos lleva a actuar: es decir, la pobreza y los conflictos. Cuando en el 2004 dijimos que África, la gran olvidada, debía ser prioritaria, nos criticaron. Por desgracia hoy nos tienen que dar la razón. España no puede mirar a otro lado, sabe dónde acaban muchos sueños de la gente que huye en busca de un mundo mejor. Senegal es uno de los cinco países subsaharianos prioritarios para nuestra cooperación. En dos años hemos triplicado la ayuda en la región, pero es una apuesta a largo plazo, no cambiaremos la situación en un día. Y no se trata sólo de eficacia, sino de compromiso ético. El Gobierno ha dejado claro que basa su gestión de la inmigración en derechos laborales y humanos. Senegal pide aclaraciones sobre los 99 inmigrantes repatriados, pero mantiene su acuerdo general de repatriación.
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- Sin embargo, al sector de ONG no le queda claro si este despliegue diplomático del Plan África tiene voluntad de desarrolo o más bien de control y seguridad de las fronteras.
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- Abrir embajadas y hacer giras diplomáticas es la forma de tener ojos y oídos en el terreno para responder a los retos de África de la mano de los africanos. El Plan África es un conjunto de instrumentos inexistentes hace dos años. Los 400 millones que destinaremos este año a la región subsahariana es una cifra sin precedentes. Además, el canje de deuda por desarrollo asciende en su fase inicial a 200 millones de dólares y beneficiará a Senegal, Burkina Faso, Etiopía, Mauritania, Tanzania y Uganda. Sumémosle la apuesta multilateral… África no formaba parte de la agenda de la cooperación española; hoy es su corazón.
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- ¿Cómo sabe un senegalés lo que España hace por su país?
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- Dirigiéndose a la oficina técnica de cooperación de Dakar, por ejemplo. Este año recibirán 10 millones de euros, el 60% orientado a cumplir con los objetivos del milenio.
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- Parte de la sociedad ve la cooperación como un imperialismo.
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- Es el mejor instrumento que tenemos para cambiar el mundo, porque no creemos en la caridad, creemos en la justicia y eso significa construir un orden mundial que no deje a millones en la cuneta.
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- ¿Asumirá Zapatero el liderazgo europeo por unas políticas comerciales y agrícolas más coherentes?
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- El europeo y el mundial. Lo ha dicho públicamente, aunque tiene la responsabilidad de encontrar un equilibrio entre los agricultores españoles y los intereses de los países en desarrollo. Ahí es donde hay que avanzar: en la coherencia, el octavo objetivo del milenio. Ahora trabajamos juntos Economía, Comercio y Cooperación: es un gran avance. Y difícil, entre otras cosas porque la propia ciudadanía exige una cosa y lo contrario al mismo tiempo.
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- Hablando de coherencia, su Gobierno las fuerzas armadas en los conflictos? Las ONG alertan de la confusión y el peligro que implica que el ejército actúe como una de ellas.
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- El plan director da el liderazgo a la Agencia Española de Cooperación. Los militares deben responder al criterio de neutralidad e imparcilidad y apoyar la labor civil. La ayuda humanitaria, que tan infradotada estaba, ha mostrado capacidad de respuesta en desastres como el tsunami – donde no habría podido actuar sin los helicópteros del ejército – y en crisis humanitarias olvidadas como Zimbaue o Níger.
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- ¿Logrará eliminar de la ayuda los créditos FAD, condicionados a la compra de productos españoles?
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- Siempre hemos apostado por reformar esta ayuda y acotarla: debe responder a criterios de desarrollo, coordinarse con la cooperación en el terreno, someterse a valoración… Han perdido peso: sólo suponen el 9,8% de la ayuda total y, por primera vez, una parte importante (330 millones) la gestiona Exteriores y va a parar a organismos multilaterales para fondos como el del sida.
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- ¿Es posible un pacto de Estado de cooperación?
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- Más que hace dos años. Las iniciativas aprobadas en el Congreso han recibido apoyo unánime. Los frutos, a largo plazo, no deberían dedepender de vaivenes políticos.
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