La solidaridad convence como regalo navideño

Hacer una donación a una oenegé es una elección sin impacto medioambiental

El Periodico, Helena López / Patricia Martín, 24-12-2019

Además de ahorrar en las ya casi pecaminosas bolsas de plástico –y en las mejor vistas, pero también con un gran impacto medioambiental, de papel–, hay un tipo de regalo posible que no solo no impacta negativamente en el planeta, sino que deja huella de la otra, de la buena, como hacer una donación a una oenegé. Un granito de arena para hacer del mundo un lugar mejor, más allá de desearlo así, en abstracto, en la carta a Sus Majestades de Oriente. Opciones concretas y tangibles –que no tiene por qué ser sinónimo de contaminantes– hay miles, se trata solo de voluntad. Aquí van solo algunas ideas. 

En una de sus originales campañas para captar a nuevos socios, el gimnasio social Sant Pau del Raval, en Barcelona –en el que comparten piscina personas sin techo, menores tutelados y señoras mayores del barrio de toda la vida– lo explicaba bien: “El Sant Pau, el único gimnasio en que se ejercita un músculo sin ir”. La frase se refería al corazón, por supuesto. El equipamiento lleva años al filo de lo imposible y necesita socios para seguir desarrollando su proyecto (mil de ellos, los más vulnerables, lo son a cuota cero). En el este ejemplar gimnasio buscan nuevos abonados, sobre todo de los que acostumbran a inscribirse en todos los gimnasios a principio de año  –de los que se apuntan y no van– pero, en esta ocasión, para colaborar en una buena causa.

Para los más clásicos, los que creen que la Navidad no es Navidad si los Reyes no dejan paquetes de los de verdad debajo del árbol, también hay opciones. La economía social y solidaria está de moda. Uno de los espacios de referencia ‘on line’ es el Mercat Social, la plataforma digital de difusión y venta de la Federación Catalana de Voluntariat Social. En su web hay cientos de sugerencias que promueven nuevas oportunidades sociolaborales. Regalos como la bufanda de la yaya, en colaboración con Amics de la Gent gran. De acuerdo que, a primera vista, una bufanda puede parecer el regalo impersonal por excelencia, pero estas bufandas son distintas. Las bufandas de la yaya están tejidas a mano por personas mayores y el dinero recaudado con su venta  –cuestan 10 euros– se destinará a encuentros y actividades de socialización. En la misma web hay también opciones para niños, cuyos beneficios van a parar a la Obra Social de Sant Joan de Déu y a Càritas, entre otros.

Otra alternativa es comprar en Diomcoop, la cooperativa de exmanteros que quiere dar respuesta a las necesidades de inclusión social y laboral de personas inmigrantes en situación de vulnerabilidad. 

Decir que hay una lotería que siempre toca es un lugar común al que en esta ocasión bien merece la pena recurrir. Cazadoras hay solo 20 y, sí, los que tengan la suerte llevarse una de estas joyitas a casa serán pocos, pero el 100% del dinero recaudado en la venta de participaciones de la que han bautizado como Lotería Mantera  – a 10 euros el número, en la web del Sindicato Mantero – se destinará a proyectos autogestionados  – uno de los puntos fuertes de la iniciativa –  para mejorar las condiciones de vida del colectivo e impulsar alternativas a la calle. 

Veinte cotizados artistas afincados en Barcelona  – entre ellos nombres como Lyona, Amaia Arrazola o Flavita Banana –  han diseñado y pintado con sus propias manos una cazadora tejana – sí, la prenda es el lienzo – después de escuchar las historias de los manteros. Las ilustraciones recogen fragmentos de vida, vivencias del proceso migratorio y dibujos que evocan la "vida mantera". “Estas cazadoras son además una reivindicación de los derechos de los vendedores ambulantes, que llegaron a Barcelona buscando una vida mejor y que trabajan en la calle porque no tienen ninguna otra opción”, señalan sus impulsores. El sorteo se celebrará el día de Reyes y los resultados se publicarán en la misma página web.

“Con los beneficios que obtengamos ofreceremos tantos contratos como podamos a los manteros que ahora trabajan en la calle. Con la actual ley de extranjería, tener una oferta laboral duradera es la única manera de que puedan acceder al permiso de trabajo y de residencia y, por lo tanto, poder empezar a trabajar legalmente, cotizar a la seguridad social y dejar de vender en la manta”, señalan. El sindicato también aportará una parte de los beneficios de la Lotería Mantera a sus fondos específicos de vivienda, de asesoramiento legal y de educación para ayudar a los manteros que aún trabajan en la calle.

En la misma línea de colaboración con artistas de la Lotería Mantera, en el calendario para el 2020 de la plataforma ciudadana Mare Mortum han participado también creadores de renombre que han cedido sus obras al proyecto Rostres del Mediterrani – Med faces. La iniciativa empezó en el 2015 y en ella han participado 400 artistas de 30 países distintos que han puesto rostro a 506 obras con el objetivo de denunciar las miles de muertes en la frontera europea. Cada rostro acompaña a un mes y explica una historia de vida. En su web hay una lista sobre los establecimientos en los que se puede comprar el calendario por cinco euros (en Barcelona, está a la venta en librerías de barrio como Pebre Negre, en el Clot, y La Ciutat Invisible, en Sants). Mare Mortum es la plataforma ciudadana que tiene como objetivo fomentar un cambio en las políticas europeas migratorias y de extranjería y trabaja para que se establezcan vías legales y seguras de acceso a Europa para evitar las miles de muertes.

Regalar para Reyes un calendario solidario es un acierto (casi) seguro, y las opciones son muchas y muy variadas. Uno de los clásicos es el que presentan desde hace nueve años Bombers amb Causa en colaboración con un grupo de fotoperiodistas de Barcelona para recaudar dinero para la investigación de enfermedades infantiles. El de este año ha reunido a niños atendidos en el Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona y el de Sant Joan de Déu de las tierras del Ebro con bomberos de parques de varios sitios de Catalunya y sus vehículos como hilo conductor. Se puede comprar por 10 euros en la tienda solidaria ‘on line’ de Sant Joan de Déu, donde también venden todo tipo de regalos solidarios, desde calcetines hasta chocolate, caramelos o tazas.

También está a la venta por 10 euros el calendario del In Out Hostel, referente de la economía social y solidaria premiado con la Medalla de Honor 2019 del Ayuntamiento de Barcelona por la labor integradora y social de inserción laboral de personas con capacidades diversas y por el compromiso con el entorno.

Otra buena manera de sorprender a un familiar o a los niños en estas Navidades es regalándoles el diploma que los acredita como padrino de un lugar de interés geológico. Ya sea en su pueblo, en una zona por la que pasea asiduamente o en un lugar al que tiene especial apego, con este presente, totalmente gratuito, se ayuda a las administraciones a preservar el patrimonio natural, se contribuye a cuidar un planeta cada vez más dañado y se sensibiliza a los jóvenes con la geoconservación.

La iniciativa se llama ‘Apadrina una roca’ y la puso en marcha en el 2011 el Instituto Geológico y Minero (Igme) en la provincia de Segovia, de manera pionera. Según explica Juana Vegas, jefa de área del instituto, como los investigadores, la Administración y el Seprona “no pueden estar en todo los sitios”, se pensó en una manera de que los ciudadanos pudieran ejercer de vigilantes de zonas de interés geológico y, al mismo tiempo, implicarles en la preservación de un patrimonio natural importante. La iniciativa se extendió en el 2017 a toda España y en ella participan ya participan 1.074 voluntarios que apadrinan 980 lugares de interés geológico. Pero quedan muchos por vigilar hasta los 4.000 que conforman el inventario.

Para ello, solo hay que entrar en la web del Igme, buscar la iniciativa ‘Apadrina una roca’, consultar el inventario español de lugares de interés geológico, elegir uno y rellenar un formulario. Tras este paso, el padrino recibe un diploma personalizado y acreditativo y se compromete a visitar la zona elegida al menos una vez al año. Además anualmente debe rellenar una encuesta en la que explique el estado del lugar.

Se puede apadrinar desde El Cancho de los Muertos, en la Pedriza madrileña, a Caldes de Montbui, el lugar con interés geológico más cercano a Barcelona. Erik Mantilla, un colombiano de 30 años que actualmente vive en Almazán (Soria) ha apadrinado los glaciares de los Picos de Urbión porque, según explica a EL PERIÓDICO, le fascinan las montañas “y cuanto contienen” y disfruta mucho cuando visita esta zona para inspeccionar que todo está en orden. Los daños más comunes que pueden sufrir estas zonas son escombros ilegales, ser objeto de grafiteros o que se roben los fósiles. Y el  daño puede ser irreparable, según explica Juana Vegas, quien afirma que “para saber qué ha pasado en el planeta”, como por ejemplo las glaciaciones o la extinción de los dinosaurios, “la única manera” es a través de las rocas. 

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