Cae la banda del secuestro exprés

El Mundo, 03-06-2006

Casi tan rápido como realizaban los secuestros han sido detenidos los integrantes de la banda que durante el último mes habían venido atemorizando a los vecinos de Moratalaz y alrededores.Sus violentos métodos de trabajo y el pánico de muchos ciudadanos ante el hecho de poder ser atacados en sus propios garajes intensificaron una investigación que finalmente ha dado sus frutos.


Agentes de la Dirección General de la Policía adscritos a la Jefatura Superior de la Policía de Madrid han detenido a tres personas, todas ellas de nacionalidad colombiana, como presuntos autores de dicha oleada de secuestros exprés.


Estos tres detenidos se unieron a otras dos personas, una de ellas menor de edad, que habían sido arrestados con anterioridad, tal y como adelantó M2 el pasado 27 de mayo. Los dos detenidos en primera instancia también eran ciudadanos colombianos y tenían en su poder distintos resguardos de cajeros automáticos que pertenecían a las cuentas de sus víctimas. Este hecho fue crucial para poder tirar del hilo y llegar hasta sus otros compinches.


El primer asalto achacado a esta banda se produjo el 4 de mayo en el distrito de Hortaleza. El atacado fue Alejandro. Cuando se disponía a coger el coche, a primera hora de la mañana, fue abordado en su garaje por tres hombres. Antes de llegar a su coche, notó cómo alguien se le abalanzaba por la espalda y le tapaba la boca. Seguidamente, una afilada navaja rozaba su cuello.Levantó la cabeza y vio que dos cañones de pistola le apuntaban.Le esperaba una pesadilla de más de cuatro horas.


Los siguientes secuestros no se hicieron esperar. Fueron cuatro los días 9, 10, 18 y 20 mayo. Las cuatro víctimas de Moratalaz son de la misma urbanización. Viven en las calles de Luis Hoyos Sainz y Valdebernardo.


Urgía una respuesta policial a la altura, por lo que desde el primer momento, los investigadores del Grupo II de la Brigada de Policía Judicial, especializados en la persecución de delincuentes de América del Sur trabajó codo con codo con los agentes de las comisarías implicadas, como la de Moratalaz y la de San Blas.


El modus operandi del grupo, acusado de cinco delitos con detención ilegal y otros tantos robos contra las víctimas se basaba en la rapidez y la extrema violencia. Atacaban a los vecinos en los garajes de sus viviendas, donde se escondían hasta que apareciera alguien desprevenido. Cuando lo encontraban le golpeaban con fuerza y lo encerraban en su propio coche.


En la parte de atrás del vehículo, le sustraían todo el dinero en metálico que tuviera, así como las tarjetas de crédito, las llaves del coche e incluso las de la vivienda. En su primer secuestro exprés aprovecharon dichas llaves para entrar en el domicilio de la víctima, en Hortaleza y proceder a desvalijarla.


Otra acción habitual era la de intimidar al secuestrado para que les confesara cual era su número secreto. Conseguido tal fin, la víctima era introducida en el maletero de su propio vehículo y los delincuentes iniciaban un periplo por los cajeros. Allí acudían a sacar todo el dinero posible hasta que la entidad bancaria anunciara que ya no se podía sacar más dinero ese mismo día.Entonces esperaban a que dieran las 00.00 horas para volver a introducir la tarjeta en el cajero correspondiente y continuar sacando efectivo.


El temor entre los vecinos se extendió con rapidez: desde la Jefatura de Policía se abogó por potenciar tanto la investigación como la prevención, con un gran despliegue de policías, tanto uniformados como no uniformados en las zonas más atacadas.


A las pruebas incriminatorias encontradas entre las pertenencias de los dos sospechosos detenidos primeros se unieron los datos facilitados por las propios denuncias interpuestas por los vecinos atacados. Todos coincidían en que los atacantes eran jóvenes y no se equivocaban.


Los primeros detenidos eran un menor y Jonathan, de 19 años.Fueron acusados de un delito de atraco con fuerza en un locutorio, empleando la violencia con el empleado del mismo. El menor de edad tiene 17 años y está internado en un centro de protección desde le pasado 22 de mayo.


Los otros tres, José Fernando, Carlos Waldemaro y Juan Guillermo, contaban con 18, 21 y 19 años respectivamente. A ellos se le une una menor de edad ecuatoriana.


El piso desde el que partían a cometer los secuestros se encontraba en la calle de Luis de Hoyos Sainz, muy cerca de los lugares donde solían atacar, como sospechaban los agentes nada más iniciar las primeras gestiones.


En ella se ha intervenido una pistola, dos cuchillos y munición diversa, juegos de llaves de varios vehículos, diversas joyas, material electrónico, un par de guantes, un gorro y un pasamontañas.También se encontraron cinco teléfonos móviles, dos de ellos pertenecientes a dos víctimas.


Por último, la Jefatura Superior de Policía informó que «lo más importante ha sido la intervención de dos teléfonos móviles pertenecientes a otras tantas víctimas, de los que se han venido a denominar como secuestros exprés. Las investigaciones siguen abiertas para tratar de determinar la procedencia de todos los objetos».

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